Para seguir con los descubrimientos, es justo que os hable de mi última adquisición en el cajón del placer, el maravilloso We-Vibe. Gracias a que tengo una amiga que vale su precio en oro y me lo regaló, después de muchos años de ávida curiosidad lo he probado, y como resumen inicial sólo diré que ha superado mis expectativas.
Desde antes de abrir la caja ya me estaba conquistando, el envoltorio es seductor y agradable, te invita a seguir descubriendo, pero sin quitarle protagonismo a su interior. Una vez abierto surgió el amor a primera vista, tan mono, tan morado, tan agradable al tacto, con su base para cargar con sólo ponerlo encima, una delicia….
Para los que no lo conozcáis os voy a hacer una breve presentación: el We-Vibe es una especie de horquilla que se introduce en la vagina haciendo que su parte externa coincida con el clítoris y la interna con el punto G, ambas vibran con motores independientes y está especialmente diseñado para usarlo durante la penetración, por lo que también provoca placenteras vibraciones en la polla de tu amante, no puede ser más completo.
Lo que normalmente sigue a esta explicación cuando se lo cuento a alguien es una cara de perplejidad por su parte y siempre la misma pregunta: ¿pero coge todo? La respuesta es un rotundo SÍ. Además de que la vagina es un órgano diseñado para adaptarse al tamaño de lo que se le introduzca (siempre con cuidado, preparación y asegurando una buena lubricación), el diseño de este cacharrito está igual de cuidado, la parte curva es muy fina haciendo que la penetración sea muy cómoda, aunque por supuesto, hay que tener cuidado con el ángulo en el que se introduce el pene para que resulte más cómodo.
Y a la Diosa pongo por testigo de que es muy efectivo en cuanto a provocar orgasmos. Las vibraciones llegan justo a los puntos que quieres que lleguen, se complementan a la perfección con la penetración y, por lo menos a mí, me generan una sensación de plenitud que me vuelven loca. Los orgasmos que he disfrutado con el We-Vibe metido en mi coño han sido potentes y constantes, de hecho, mi amante llegó un punto en el que dejó de penetrarme y apagó el cacharrito para acariciarme y decirme que me relajaba por que se asustó de la intensidad de mis orgasmos, ¡todo muy bonito!
Pero aquí no acaban las sorpresas, además de la horquilla del placer viene acompañado de un mando con el que poder cambiar los modos y la intensidad de las vibraciones y cuenta con la posibilidad de sincronizarlo con una app llamada We-Connect que, además de hacer las funciones de mando, te permite crear patrones de vibración personalizados, conectarlo a la música o a películas porno con esta tecnología; y como colofón final, puedes añadir amantes para que sean ellos los que tomen el control (incluso a distancia), me autocito: no puede ser más completo, en todos los sentidos.
Solo puedo despedirme prometiéndoos que seguiré usándolo sola y acompañada, descubriendo patrones de vibración y haciendo que mi Spotify se convierta en una experiencia vaginal.
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