Categoría: Experiencias

  • Diván Tantra Cupido

    Diván Tantra Cupido

    Escribo este post tumbada en mi nuevo Diván Tantra Cupido que los encantadores www.divantantra.com han tenido la amabilidad de enviarme a mi casa. Además de ser un lujazo para las relaciones sexuales es tremendamente bonito, sofisticado y cómodo.

    Como ya sabréis, los divanes tantra están especialmente concebidos para darle rienda a la imaginación y a las posturas durante tus encuentros más íntimos. Las posibilidades son casi inagotables, y está tan bien diseñado, que en cualquier postura que inventes y pruebes vas a estar más cómodo que en ningún sitio. Sus formas redondeadas ayudan a tener siempre un lugar en el que apoyarte, a que tu espalda no sufra y a elevar y realzar las partes de tu cuerpo que más te interesan en estos momentos.

    Todo lo anterior es mucho más importante de lo que parece, puesto que al final cuando estás incómoda no disfrutas igual de follar, estás pensando en qué te estás clavando o dónde apoyar la pierna para dejar de tenerla en vilo… en una situación así el placer pasa a un segundo plano y debería ser el protagonista sin excepción. Pero a mí se me acabaron todos estos problemas, con mi nuevo Diván Tantra Cupido he podido experimentar y disfrutar de todas las posturas que me han apetecido.

    Las posibilidades de disfrutarlo en pareja son más que conocidas, existen kamasutras específicos que puedes encontrar con facilidad y poco más puedo aportar sobre este tema. Lo que me parece realmente original y me ha sorprendido son las posibilidades que ofrece en la masturbación solitaria, sí sí, has leído bien, también es un gran aliado cuando estoy sola.

    ¿No has ha pasado que después de una sesión de masturbación larga te ha dolido la espalda o las piernas de la tensión? No te hablo de dedos rápidos sin más, te hablo de cuando eliges un juguete (ó 2 ó 3), un gel intensificador de orgasmos y te dedicas al placer en el sentido amplio. Te acaricias, te lo vas poniendo difícil experimentando con vibraciones y sensaciones y observas todas tus reacciones. Si no lo has hecho te lo recomiendo, pero sobre todo te recomiendo que lo hagas sobre un diván tantra, porque es más fácil arquearse, más fácil llegar a más lugares (como el punto K) y más fácil que disfrutes al máximo de tu experiencia.

    Para terminar de hacer de la experiencia algo totalmente placentero, pon tu diván tantra delante de un espejo, deja que sus curvas eleven tu pelvix y dejen tu cérvix mucho más expuesto. De esta manera es mucho más fácil que encuentres zonas de placer como el punto G, el punto K o el fondo del saco de Douglas. Puedes ver los cambios y reacciones de tu cuerpo, puedes aprender muchas cosas de tu cuerpo que desconocías y descubrir puntos de placer que se escapaban de tu atención cuando no tienes la postura correcta, pero que el diván tantra te ayuda a conseguir.

    Para follar, para masturbarme, para leer, para trabajar con el portátil… para tantas cosas voy a usar mi nuevo diván tantra cupido que agradezco muchísimo que sea tan sumamente fácil de limpiar y de mantener. Será el rey de mi salón, de mi habitación y de mi casa.

    Azalí Macías

  • Satisfyer Pro Penguin

    Satisfyer Pro Penguin

    Hace unos días, mis amigos de naturlove.es me mandaron a casa esa cosita tan bonita de la foto que parece un juguete para la bañera, y aunque puede serlo (luego os cuento) es mucho más que eso, es un nuevo tipo de juguete que está revolucionando el mercado de los juguetes sexuales y los orgasmos de las mujeres.

    Para empezar, ya te enamoras de él con sólo verlo, con su pajarita rosa, su forma y colores de pingüino, su tamaño discreto, el Satisfyer Pro Penguin te entra por los ojos a la primera. Y cuando creías que no te podía gustar más lo sacas de la caja y lo tocas. Su silicona es muy muy agradable, aunque no sea un juguete pensado para la penetración está cuidado hasta el más mínimo detalle, y sea cual sea la forma en que te acercas a él, te conquista.

    Pero ¡ay amigos guarreras! ¡ay cuando te lo acercas al clítoris! entonces sí que te conquista, y para toda la vida. Este “pingüino” es un maravilloso succionador de clítoris, que además de hacer una pequeña succión en el garbancito del placer, también crea pulsos y vibraciones que se extienden a lo largo de toda la parte interna de tu clítoris, esa a la que no suele llegar nada ni nadie y que tantas sensaciones placenteras provoca. Este nuevo amigo estimula las 8000 terminaciones nerviosas del órgano más placentero de nuestro cuerpo como nunca te lo habían hecho.

    Quizá sea por lo anterior, por llegar donde otros no han llegado, que en tan sólo unos segundos este juguete me ha provocado eyaculaciones como jamás he tenido en mi vida. Pensaba que el squirt no era para mí, había intentado conseguirlo con las técnicas y consejos de internet y mis amigas sexólogas, pero jamás lo había conseguido, ni si quiera me había acercado, y el Satisfyer Pro Penguin lo consiguió en apenas 10 segundos y totalmente de sorpresa, y por si me quedaban dudas, volvió a hacerme eyacular solo unos segundos después ¡qué efectividad!

    Estaba encantada y sorprendida, pero, pensaba que podría ser un sueño de una noche de verano, algo efímero y por casualidad, pero nada más lejos de la realidad. Mi amigo me ha hecho lavar tantas toallas como veces lo he usado, me ha obligado a cambiar las sábanas y fregar el suelo todas y cada una de las veces que he decidido acercarlo a mi coño, esto huele a relación duradera, y yo por él, ¡me caso!

    Y como ya os decía al principio del artículo, las ondas y sensaciones de mi nuevo mejor amigo se intensifican debajo del agua, por lo que es ideal para llenar mi jacuzzi y combinarlo con las burbujas ¿qué más se puede pedir?

    Espero haber sido capaz de explicaros bien mi experiencia con el Satisfyer Pro Penguin porque sólo de recordarlo me tiemblan las manos y se me nublan las ideas.

    Azalí Macías

  • Sexo con la copa menstrual

    Sexo con la copa menstrual

    Después de un pequeño parón, hoy os vengo a contar otro descubrimiento, follar con la copa menstrual, y ha sido bastante interesante. Hace un tiempo, mi buena amiga Sonia Encinas me habló de su experiencia combinando sexo y la copa menstrual y llevaba meses deseando probarlo en mis propias carnes, me parecía algo a tener en cuenta, y por mí lo hubiera hecho incluso sin estar con la regla, pero al final, con la pasión del momento, es una de esas cosas que se te pasan. Pero ayer se dieron las circunstancias adecuadas.

    Un amigo y amante, con el que me llevo acostando años, vino a casa a hacerme una visita para ponernos al día de lo personal y lo sexual y yo estaba en plena menstruación, por lo que vi la oportunidad perfecta para proponerle hacerlo con la copa. Al ser él una persona abierta y la confianza que dan tantos años de compartir placeres aceptó sin pegas, aunque depositando en mí la responsabilidad de llevar la batuta y guiarle en algo que era nuevo para los dos.

    Desde mi punto de vista, el encuentro salió bastante bien. En las primeras penetraciones hay que tener cuidado, estar atentos a las sensaciones e ir experimentando cómo gestionar la situación, pero la verdad, es que es todo bastante fácil. Para empezar, como ya dije en este artículo la vagina es adaptable y si os lo estáis volviendo a preguntar: SÍ COGE TODO, con cuidado y comunicación todo fluye.

    Si os estáis planteando probarlo es importante advertiros de que recordéis vaciar vuestra copa antes de la penetración, ya que, si la copa está llena, con los movimientos que el pene la obliga a hacer es posible que la sangre que contiene se acabe saliendo, lo que tampoco es un drama, pero hay que tenerlo en cuenta. Si te follan con ella vacía el riesgo de manchar es ínfimo, ya que la copa sigue quedando alojada en la entrada del útero cumpliendo su función de recoger el flujo menstrual, pero respetando y manteniendo tu lubricación natural externa, lo que es una gran ventaja.

    Y dejando los tecnicismos y las recomendaciones a un lado, mi experiencia fue muy muy positiva. Me gustó la penetración más que en otras ocasiones, no sé si es por la sensibilidad extra que te da la regla, porque me sentía mucho más llena, porque la copa presionaba la sensible entrada al útero o porque mi amante me penetró con más cuidado y lentitud que nunca, pero realmente lo disfruté muchísimo.

    Por supuesto, tuvimos una conversación sincera y natural después del polvo ¡adoro estos momentos! Me encanta tener la confianza de charlar sobre cómo lo hemos hecho, qué hemos sentido, qué nos gustaría mejorar o probar, cómo hemos ido evolucionando a lo largo de los años…; hemos conseguido crear un ambiente en el que podemos expresarnos libremente, sabiendo que las críticas (si las hay) siempre son constructivas y creando también, esa complicidad. Gracias a todo esto, sé que él también disfrutó de la nueva experiencia, aunque estaba menos desinhibido que de costumbre porque tenía la sensación de que se podía hacer daño en la polla en algún movimiento demasiado fuerte o descontrolado, pero acabamos teniendo un orgasmo simultáneo, cosa que nos da igual, pero nos hizo reírnos un rato, y fue la confirmación final de que la copa menstrual no deja de darme argumentos positivos para usarla, una de las mejores decisiones de mi vida.

    Azalí Macías

    Imagen: melisailustraciones.tumblr.com

  • Florella: un placer envolvente

    Florella: un placer envolvente

    Últimamente no dejo de probar cosas, y estoy encantada, aunque me haya gastado casi más dinero en sexshop que en alquiler ha merecido la pena, como dice mi amiga Alba Jiménez: “los buenos orgasmos no tienen precio” y yo añado, si son como los que te proporciona Florella menos.

    Amantis me envió un email anunciándome el lanzamiento de esta maravilla y a los 10 minutos de verlo ya había hecho el pedido y ¡al día siguiente lo tenía! Sólo con ver la foto me pareció irresistible, y bien valía los 24.95€ que me costó. Me parece un concepto revolucionario en cuanto a vibradores, me sedujo especialmente el hecho de que se pasa por el coño la idea absurda de la necesidad de la penetración y el diseño pensado para cubrir y estimular la vulva en general es un paso adelante, olé por los creadores y gracias al servicio de Amantis por descubrírmelo y permitirme que lo tuviera casi tan pronto como deseaba.

    Florella es un vibrador de silicona con forma de cáliz de flor, lo que permite que cubra tus labios mayores, en mi opinión, es genial que alguien haya pensado en que todas las partes de los genitales femeninos son merecedores de vibraciones y estimulaciones. Los labios mayores pasan a un segundo plano en muchos de los encuentros y las masturbaciones, pero en realidad, son una parte con muchas terminaciones nerviosas que, bien tocadas, proporcionan sensaciones realmente placenteras. Por no hablar de que, colocándolo bien, y dependiendo de los casos, la suave silicona y sus movimientos llegan hasta la horquilla, otro de los puntos olvidados injustamente en el tema de las caricias y lo que nos puede ofrecer.

    Además, aun cuando no está encendido, es muy gustoso. Siempre me ha encantado dejar mi mano sobre el coño después del orgasmo, hace que, tras el clímax, los latigazos de placer posteriores sean más intensos y me proporciona una sensación de calma placentera, no sé cómo de personal es esta predilección ¿a vosotras también os pasa? Sea como fuere, Harvey (Florella para el resto del mundo) cubre esta necesidad a la perfección.

    Pero ahí no acaba todo, en su interior cuenta con una gran cantidad de “pinchitos”, que, por supuesto son blanditos y maleables, que se van adaptando a todas las formas de tu anatomía según la presión que hagas contra el coño. Por si fuera poco, tiene una línea central de protuberancias algo mayores que aumentan las sensaciones sobre el clítoris y la entrada a la vagina, ¿no me digáis que no son vuestros dos puntos favoritos para que las vibraciones sean más intensas y cercanas?, unido al hecho de que tiene 30 modos de vibración la experiencia orgásmica es total.

    Debo confesar que sólo lo he usado una vez, pero me basta para saber que va a ocupar un lugar muy destacado en mi cajón del placer. Hace tan sólo unas horas que mi nueva adquisición me ha provocado unos de esos orgasmos totales, en los que la electricidad se extiende por toda la zona genital, me ha hecho sentir totalmente estimulada y, a pesar de haber sido un orgasmos total, potente y envolvente, podría definirlo como un orgasmo tranquilo, lo que no le resta méritos, al revés, es tan agradable y se adapta tan bien a mis necesidades que el placer me inunda de una manera relajada y muy muy satisfactoria.

    Para ser justos y sacarle algún defecto, puede que sea un poco más ruidoso de lo que me gustaría, no es el juguete ideal para usarlo en silencio, y sus vibraciones son tan potentes y profundas que cuando terminé de jugar con él, tuve la mano dormida durante unos minutos. Aunque, desde mi punto de vista, son males menores para la satisfacción que ofrece.

    Os mantendré informados de las experiencias que me brinda en el futuro porque estoy segura de que esta historia de placer envolvente no acaba aquí, ya que acabo de descubrir que su diseño también encaja a la perfección con la estimulación de las tetas y estoy deseando probarlo.

    Azalí Macías

    Imagen: https://www.pinterest.es/pin/802977808531141805/

  • We-Vibe, We-LoveIt

    We-Vibe, We-LoveIt

    Para seguir con los descubrimientos, es justo que os hable de mi última adquisición en el cajón del placer, el maravilloso We-Vibe. Gracias a que tengo una amiga que vale su precio en oro y me lo regaló, después de muchos años de ávida curiosidad lo he probado, y como resumen inicial sólo diré que ha superado mis expectativas.

    Desde antes de abrir la caja ya me estaba conquistando, el envoltorio es seductor y agradable, te invita a seguir descubriendo, pero sin quitarle protagonismo a su interior. Una vez abierto surgió el amor a primera vista, tan mono, tan morado, tan agradable al tacto, con su base para cargar con sólo ponerlo encima, una delicia….

    Para los que no lo conozcáis os voy a hacer una breve presentación: el We-Vibe es una especie de horquilla que se introduce en la vagina haciendo que su parte externa coincida con el clítoris y la interna con el punto G, ambas vibran con motores independientes y está especialmente diseñado para usarlo durante la penetración, por lo que también provoca placenteras vibraciones en la polla de tu amante, no puede ser más completo.

    Lo que normalmente sigue a esta explicación cuando se lo cuento a alguien es una cara de perplejidad por su parte y siempre la misma pregunta: ¿pero coge todo? La respuesta es un rotundo SÍ. Además de que la vagina es un órgano diseñado para adaptarse al tamaño de lo que se le introduzca (siempre con cuidado, preparación y asegurando una buena lubricación), el diseño de este cacharrito está igual de cuidado, la parte curva es muy fina haciendo que la penetración sea muy cómoda, aunque por supuesto, hay que tener cuidado con el ángulo en el que se introduce el pene para que resulte más cómodo.

    Y a la Diosa pongo por testigo de que es muy efectivo en cuanto a provocar orgasmos. Las vibraciones llegan justo a los puntos que quieres que lleguen, se complementan a la perfección con la penetración y, por lo menos a mí, me generan una sensación de plenitud que me vuelven loca. Los orgasmos que he disfrutado con el We-Vibe metido en mi coño han sido potentes y constantes, de hecho, mi amante llegó un punto en el que dejó de penetrarme y apagó el cacharrito para acariciarme y decirme que me relajaba por que se asustó de la intensidad de mis orgasmos, ¡todo muy bonito!

    Pero aquí no acaban las sorpresas, además de la horquilla del placer viene acompañado de un mando con el que poder cambiar los modos y la intensidad de las vibraciones y cuenta con la posibilidad de sincronizarlo con una app llamada We-Connect que, además de hacer las funciones de mando, te permite crear patrones de vibración personalizados, conectarlo a la música o a películas porno con esta tecnología; y como colofón final, puedes añadir amantes para que sean ellos los que tomen el control (incluso a distancia), me autocito: no puede ser más completo, en todos los sentidos.

    Solo puedo despedirme prometiéndoos que seguiré usándolo sola y acompañada, descubriendo patrones de vibración y haciendo que mi Spotify se convierta en una experiencia vaginal.

    Azalí Macías

  • Juanma Jones: El quinceañero

    Juanma Jones: El quinceañero

    Amig@s guarreras, Juanma Jones de nuevo al aparato.
    La semana pasada (o la anterior, tampoco vamos a ponernos exquisitos) os traje al blog una entradita contándoos un poquito que era de mi vida. Pues bien, me dejé en el tintero un tema que os quería contar y que creo que da para tener su propio espacio en este mi amado blog.
    El tema no es otro que mi vuelta a los 15 años. Y no, no es porque folle durante 1 minuto cual conejo y me corra sin importarme nada más. He vuelto a mis 15 años porque de una manera un poco extraña y mosqueante….me paso el puto día empalmado. Sí amigos, así es, sin darme ni cuenta me he convertido de nuevo en un puto McLovin de la vida (si no pilláis la referencia para mi estáis muertos).
    Cierto es que ahora mismo paso muchas horas al día con mi compañera de batallas y que ella me pone bastante gorrino y también es cierto que yo nunca he necesitado mucha historia para que mi pene se levante y grite “eh, que estoy aquí”. Pero aún así, lo de ahora es una cosa muy loca.

    Durante un solo día puedo empalmarme y desempalmarme como 20 veces y muchas de ellas no tienen ningún tipo de motivo sexual. Me pasan sin más. Es verdad que de toda la vida, cuando estoy cansado o tengo sueño, mi cuerpo me ha respondido poniéndome la polla dura (algún día hablaré de esto que para mí es un auténtico misterio y por lo que sé, le pasa a más tíos) pero aún así, aunque no duerma demasiado y tenga compañía femenina….me parece demasiado.

    Necesito ayuda, explicación o una mano en el hombro que me diga “no pasa nada campeón”, porque joder, empiezo a preocuparme. Por suerte, mi pene es una cosa normal y puedo disimular las erecciones más o menos con buen resultado, pero no mola nada estar a un palmo de tu abuela y tener la polla más dura que el puto cemento.

    Tampoco es que esto sea un tema que me preocupe, ya que por otro lado valoro que mi pene y mi cuerpo en general esté en forma y tenga esta capacidad (o condena), pero pffff, a ratos me da hasta vergüenza.

    Cada vez que mi chica me da un beso ya me mira con mirada aviesa a ver si ha habido erección y esto no puede ser. Que un día voy a estar en el tanatorio y voy a ir con la polla como un canto a dar el pésame. Stop polla mía, hazme el favor, que nos estamos salvando de quedar en vergüenza, pero no va a salirnos bien siempre.

    En fin, esa era mi última reflexión del diario de Juanma Jones que quería comentaros así un poquito más a fondo. Espero que me deis un poquito de feedback y que me sienta arropado sabiendo que no soy el único al que le pasa.

    Os quiero.

    Juanma Mclovin

  • Primavera en invierno

    Primavera en invierno

    Estoy viviendo un rejuvenecimiento sexual, y estoy encantada. Por razones que no vienen al caso y que no he terminado de analizar, mi cuerpo está floreciendo como si fuera primavera, a pesar de todo el frío que tenemos encima, ¿será por eso?

    He pasado una época en la que necesitaba muchos momentos de estar sola, reconstruyéndome y analizándome, necesitaba toda mi atención, necesitaba momentos de calma e introspección, necesitaba paz para recobrar mi equilibrio interior y reconciliarme conmigo misma. Aunque soy consciente de que dentro de mi yo profundo está también mi sexualidad, era un tema que tenía un poco apartado; cuando todo lo demás no funciona es complicado disfrutar del placer que ofrece tu cuerpo y es especialmente difícil compartirlo con otros. Pero tras este proceso que tanto me ha hecho crecer, ha llegado el momento de pasar de la implosión a la explosión. Con todo en su lugar, es hora de mostrarle al mundo mi resurgir.

    La nueva etapa está cargada de conexión con mi mujer salvaje, con mi Afrodita interior, con mi LOVA que me grita que utilice mi piel y mi sexo para finalizar el proceso de reconstrucción. Tengo ganas de conocer gente nueva, de destruir muros de seguridad, de reencontrarme con las sensaciones que ofrece un cuerpo conectado, de probar nuevos placeres y sobre todo de correrme más y mejor.

    En esta primavera interior que estoy estrenando me masturbo mucho más, de manera más intensa y satisfactoria (antes me masturbaba poco y a veces por auto-obligación moral), noto que mis propias caricias han multiplicado mi placer, todo me da mucho más morbo, el mundo en general me invita a que mis manos terminen en mi maravilloso clítoris, y yo, le hago caso.

    Y en medio de este estallido de placer y disfrute, he tenido el mejor orgasmo de mi vida, seguramente fruto de todo lo descrito hasta ahora. Un orgasmo muy intenso, muy largo, en el que perdí la noción del tiempo y de la realidad, en el que grité, gemí y me reí (a veces todo a la vez), un orgasmo en el que mi cuerpo convulsionó y se retorció de tal manera que me dejó unas maravillosas agujetas un par de días. Un orgasmo que tuve acompañada, no le quito mérito a mi amante, pero que fue para mí el confeti de la línea de meta que mi coño me regalaba por el maratón de cuidados propios en el que llevaba meses centrándome.

    Para no ser injusta, tengo la obligación moral de agradecer el necesario empujón final que Juanma ha puesto en este proceso. Me ha estimulado la mente como nadie lo ha hecho jamás, ha entendido que ya estaba bien de mirar hacia dentro (a veces es complicado dejar de hacerlo sola) y me ha animado de manera más o menos sutil a que mi coño viera mundo. Ha ido plantando discretas semillas dentro de mí, regándolas a diario y disfrutando ahora conmigo de ver todos los frutos dulces y maduros que están creciendo.  Mi coño, mi piel, mis orgasmos y yo sólo podemos decirte GRACIAS.

    No sé cuál es el siguiente paso en este proceso, pero estoy convencida de que será intenso e interesante, y que será con Juanma y con vosotros.

    Azalí Macías

  • El actuar se va a acabar

    El actuar se va a acabar

    Todas las mujeres que conozco, incluso algún hombre, han fingido algún orgasmo alguna vez en su vida. Los motivos y las situaciones son variados, pero en todos los casos tiene que ver con seguir el guion y complacer al acompañante, ya sea por cariño o por desidia.

    Por mi experiencia, puedo hablar mucho más de la opinión y los discursos de las mujeres en este tema, ya que es un tema recurrente en las reuniones femeninas. La principal razón que esgrimimos las mujeres para justificar nuestros falsos orgasmos es “para que termine”. Yo misma he utilizado este recurso dramatúrgico-sexual en muchas ocasiones cuando quería que el encuentro terminara lo antes posible. A veces es porque no te está gustando el polvo o el tío y quieres que se vaya a su casa cuanto antes, otras son porque ya te has corrido todo lo que podías o querías y no te apetece más contacto de este tipo y otras porque ya estás escocida y cansada y no soportas más penetración.

    Es cierto, que también lo utilizamos para no parecer setas y admitir que estamos esperando a que él se corra y que la situación ya nos parece aburrida. Fingiendo, conseguimos excitar y animar al amante para que llegue a su clímax y además le damos un poco de entretenimiento a ese rato de espera, supuestamente sin hacer daño a nadie.

    En cualquiera de las situaciones, es un recurso que se utiliza para no tener una conversación sincera que puede ser más violenta. Gritas un poco, haces que te estremeces y todos tan contentos; porque él se queda tranquilo de que ha conseguido que te corras con penetración por mucho que tú le hayas asegurado que no es lo tuyo, o que ha conseguido hacer que goces todo lo que él tenía planteado a nivel cuantitativo y te evitas explicarle lo que de verdad está pasando.

    Desde mi punto de vista, estas representaciones hacen que el espectáculo continúe sólo porque los hombres queréis creerlo. Es cierto que hay actrices muy desaprovechadas que hacen de los orgasmos fingidos todo un arte, pero hay cosas que por mucho que practiques son difíciles de disimular: el enrojecimiento de cara, cuello, pecho y labios vaginales, las contracciones del ano, los movimientos uterinos, el tipo de respiración, la retracción clitorial… vale que nos lo curramos chicos, pero poniendo un poquito de atención nuestro papel se viene abajo.

    A pesar de todo lo anterior, deberíamos dejar de fingir desde hoy mismo. Al final, aunque se trate de un hecho positivo, nos estamos haciendo daño, les estamos haciendo daño a nuestros compañeros sexuales y estamos haciendo daño al sexo natural y beneficioso. Todos deberíamos ser más sinceros y cambiar estas situaciones por conversaciones honestas sobre lo que nos gusta o no, lo que nos apetece en ese momento y nuestras particularidades a la hora de corrernos. Hablar de sexo no debería suponer un mal trago en ninguna situación. Además, si todos actuamos de esta manera, a largo plazo no hará falta fingir.

    Yo predico con el ejemplo y comienzo hoy una nueva andadura sexual más sincera en la que evite fingir e intente cambiar el esfuerzo que invertía en ello en ser más clara y decir lo que me apetece y lo que no. No pasa nada si no me corro en alguno de los encuentros, o si me canso antes que él de la penetración; el sexo es tan sumamente inmenso que nos ofrece recursos alternativos para todas estas situaciones, aprovechémoslo y cambiemos nuestros esquemas sexuales.

    Azalí Macías

    Imagen: www.muyinteresante.es

  • Educación Sexual

    Educación Sexual

    Amig@s guarreras, hoy os voy a hablar de la importancia que han tenido mis padres y en especial mi madre, en mi vida sexual. Y diréis, ¿pero qué mierdas dice este cabrón perturbado?, pues lo que leéis amig@s, que gracias a mi padres, mi vida sexual en su plenitud es mejor. 

    Dicho esto, ahora es cuando empiezo a explicarme para que no creáis cosas raras y este artículo acabe en manos de @policia.

    Mis padres, desde que soy pequeño, han hablado de sexo de forma abierta y sincera delante de mi hermano y de mi y eso ha hecho que crezcamos siendo personas sin prejuicios sexuales de ningún tipo. En mi casa siempre ha habido normalidad absoluta a la hora de tratar los temas relacionados con el sexo y eso ha hecho que cuando han surgido dudas o problemas, mi hermano y yo hemos podido consultar a nuestros padres sin vergüenza o miedo a una mala repuesta.

    Cómo ejemplo siempre cuento una anécdota que deja claro todo esto que os digo. Cuando era pequeño y no me quería duchar (era amante de la mugre) mi madre, para que entendiera que me tenía que duchar, no me decía cosas del tipo «si no te duchas vas a oler mal y nadie va a querer acercarse a jugar contigo». A mí mi madre me decía «hay que ducharse, porque luego querrás que las niñas te chupen la cola y sucia nadie va a querer». Cierto es que yo a mis 8/9 años pensaba, «¿Pero a mí por qué me va a querer chupar la cola nadie? Qué miedo joder». Pero por otro lado y sin darme ni cuenta, me hacía ver con naturalidad algo tan cotidiano y tan normal como las mamadas y cuando he sido lo suficientemente maduro para andar metido en esos líos, no he tenido prejuicios ni vergüenza ninguna ante una situación asi, lo que ha hecho que me desenvuelva con naturalidad y sin ningún tipo de remilgo ni miedo. Con esto no quiero decir que haya que ser tan directo o explícito, pero sí que este método me parece el mejor para encarar algo tan complejo como la educación sexual. Que mi madre y mi padre trataran los temas sexuales con normalidad y los hablaran delante de mi hermano y de mi como se habla de cualquier otra cosa, me ha hecho ser una persona libre y abierta en el mundo sexual. Y cuando digo mundo sexual no me refiero solo a practicarlo, sino a hablar sobre ello, a preguntar, a contar, a indagar…. En definitiva, a no tenerle ningún miedo ni respeto excesivo.

    Evidentemente la experiencia es un grado y tener abierta la puerta a la comunicación con alguien con experiencia como una madre o un padre, con la confianza que se tiene normalmente con ellos, es un auténtico filón.

    Creo firmemente que gracias sobre todo a mi madre, soy un tío abierto sexualmente, que habla, escucha, opina, comparte y práctica el sexo sin ningún tipo de tabú y además también creo que esto, por consecuencia, hace que el sexo que pueda llegar a tener sea más satisfactorio. Podría decir que gracias a mis viejos y a la educación que me han dado follo mejor y eso es algo que debo agradecerles eternamente.

    Aclarado esto, (puede descansar señor policía), os animo a todos a que habléis de sexo con vuestros hijos como el que habla de fútbol, esto hará que crezcan sanos mentalmente y libres.

    Dadle caña y dejaros de prejuicios y vergüenzas, que no sirven para nada.

    Juanma Vázquez

    Imagen: httpwww.drgen.com.ar201008educacion-sexual-matematicas

  • Bésame mucho

    Bésame mucho

    Sé que para mucha gente los besos no son más que un preámbulo, una puerta de entrada para lo que supuestamente importa de verdad en el sexo, pero no estoy para nada de acuerdo con este argumento. Para mí, besar y ser besada es una de las prácticas que mayor placer y conexión me aportan en la sexualidad.

    Pensando un poco para escribir este artículo he recordado algunos momentos relacionados con los besos y me he dado cuenta de que, en muchas ocasiones, esos recuerdos son más potentes que los de la penetración. Hay besos que se quedan grabados en mis recuerdos y que al rescatarlos hacen que me moje como la primera vez. Podría revivir los tipos de besos que me han dado cada una de las personas con las que me he acostado, sin embargo, no podría decir lo mismo de sus pollas.

    El maravilloso arte de besar es un recurso indispensable en el plano sexual, un buen beso me excita más que muchos tocamientos, de hecho, cuando alguien me besa bien y surge esa conexión tan brutal que se da al besar tengo sensaciones muy cercanas al orgasmo.

    Algunos hombres me han besado dulcemente, otros transmitiéndome urgencia, algunos me han enamorado sólo con acercarme su boca y otros han desatado una pasión que parecía inexistente. Se me viene a la cabeza el caso de un chico con el que había quedado un par de veces sin que hubiera saltado esa chispa que te hace tener ganas de hacerle una mamada, pero para mi sorpresa, cuando me iba a bajar de su coche en la puerta de mi casa dispuesta a decirle que no me apetecía que nos siguiéramos viendo me besó como nadie me había besado. Con ese beso surgió una magia y una excitación tan fuerte que al final me subí a casa con las bragas chorreando hasta las rodillas y el corazón palpitando de deseo. Estuve aburriéndome con sus conversaciones durante varios meses, sólo porque me compensaba su forma de besarme en la boca y en el coño.

    Por su puesto también me ha sucedido el caso contrario, he conocido a chicos maravillosos de los que me gustaba su físico, su conversación, su forma de ver el mundo… pero que he tenido que dejar de ver en cuanto me han besado. Quizá penséis que soy una exagerada, pero cuando la cosa no fluye a ese nivel para mí termina la magia.

    Para terminar, sólo me cabe decir que beséis y os dejéis besar, que os regaléis sesiones de besos en cualquier parte del cuerpo y en cualquier momento, que le deis la importancia que de verdad tiene esta práctica tan sexy y tierna, y que seáis consciente de todo lo que los besos pueden transmitir y crear.

    Azalí Macías