Orgasmos universales
Y aquella noche la naturaleza y yo fuimos fuerzas simbióticas al ritmo de mis orgasmos:
Y aquella noche la naturaleza y yo fuimos fuerzas simbióticas al ritmo de mis orgasmos:
El primer rayo de sol que entró por la ventana le hizo despertar. Miró a
Noche cerrada. Puerta abierta. Entrar y salir, promesa incumplida. Laberinto, oscuridad. No veo nada. Ojos
Mirada profunda que perfora. Ojos que brillan nerviosos. Labios carnosos que se acercan. Piel de
Me gustarÃa escribir que al dÃa siguiente me levanté estupenda, como las tÃas de las
La respiración profunda, pausada, recorre mi cuerpo sin invadirlo, no puede…yo ya estoy llena, o
Llevamos años juntos, y la pasión, como advierten los libros y los amigos sabios, ha
Miraba cómo sus dedos se movÃan sobre el papel, casi como si no fueran suyos.
Con los ojos brillantes llenos de amor se acercó a ella, le dió un beso
“Lo lógico hubiera sido que allà acabara la aventura de Mariángeles como LOVA, cualquiera se