Ella quería atarle de pies y manos y someterle.
Él quería que le pusiera una pinza en los pezones.
Ella quería sentarse en su cara y obligarle a comer.
Él quería comerle el coño hasta casi ahogarse.
Ella quería comerle la polla hasta que se corriese en su boca.
Él quería follarle la boca hasta correrse en ella.
Ella quería sentirse usada.
Él quería follarsela «a dolor».
Ella y él, querían muchas cosas, pero lo que hicieron esa noche fue echar otro aburrido polvo mientras sentían que su monótono matrimonio daba sus últimos coletazos.
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