Hace unos días, mis amigos de naturlove.es me mandaron a casa esa cosita tan bonita de la foto que parece un juguete para la bañera, y aunque puede serlo (luego os cuento) es mucho más que eso, es un nuevo tipo de juguete que está revolucionando el mercado de los juguetes sexuales y los orgasmos de las mujeres.
Para empezar, ya te enamoras de él con sólo verlo, con su pajarita rosa, su forma y colores de pingüino, su tamaño discreto, el Satisfyer Pro Penguin te entra por los ojos a la primera. Y cuando creías que no te podía gustar más lo sacas de la caja y lo tocas. Su silicona es muy muy agradable, aunque no sea un juguete pensado para la penetración está cuidado hasta el más mínimo detalle, y sea cual sea la forma en que te acercas a él, te conquista.
Pero ¡ay amigos guarreras! ¡ay cuando te lo acercas al clítoris! entonces sí que te conquista, y para toda la vida. Este “pingüino” es un maravilloso succionador de clítoris, que además de hacer una pequeña succión en el garbancito del placer, también crea pulsos y vibraciones que se extienden a lo largo de toda la parte interna de tu clítoris, esa a la que no suele llegar nada ni nadie y que tantas sensaciones placenteras provoca. Este nuevo amigo estimula las 8000 terminaciones nerviosas del órgano más placentero de nuestro cuerpo como nunca te lo habían hecho.
Quizá sea por lo anterior, por llegar donde otros no han llegado, que en tan sólo unos segundos este juguete me ha provocado eyaculaciones como jamás he tenido en mi vida. Pensaba que el squirt no era para mí, había intentado conseguirlo con las técnicas y consejos de internet y mis amigas sexólogas, pero jamás lo había conseguido, ni si quiera me había acercado, y el Satisfyer Pro Penguin lo consiguió en apenas 10 segundos y totalmente de sorpresa, y por si me quedaban dudas, volvió a hacerme eyacular solo unos segundos después ¡qué efectividad!
Estaba encantada y sorprendida, pero, pensaba que podría ser un sueño de una noche de verano, algo efímero y por casualidad, pero nada más lejos de la realidad. Mi amigo me ha hecho lavar tantas toallas como veces lo he usado, me ha obligado a cambiar las sábanas y fregar el suelo todas y cada una de las veces que he decidido acercarlo a mi coño, esto huele a relación duradera, y yo por él, ¡me caso!
Y como ya os decía al principio del artículo, las ondas y sensaciones de mi nuevo mejor amigo se intensifican debajo del agua, por lo que es ideal para llenar mi jacuzzi y combinarlo con las burbujas ¿qué más se puede pedir?
Espero haber sido capaz de explicaros bien mi experiencia con el Satisfyer Pro Penguin porque sólo de recordarlo me tiemblan las manos y se me nublan las ideas.