Día: 2 de abril de 2018

  • Stereosexual (Tributo a Mecano)

    Stereosexual (Tributo a Mecano)

    El primer rayo de sol que entró por la ventana le hizo despertar. Miró a su alrededor desorientado mientras empezaba a sentir los primeros resquicios de lo que tenía pinta de que iba a ser una inmensa resaca y allí, tumbada a su lado encontró una silueta desnuda de pelo corto y espaldas anchas. “¿Quién coño es este tío?” Pensó. “No me acuerdo de una mierda”.

    Y mientras intentaba incorporarse para mirar la cara de su acompañante de alcoba, la silueta de pelo corto y espaldas anchas se giró, dejando ver una cara angelical llena de maquillaje corrido que iba acompañada de dos inmensas tetas.

    Y al revés de la canción de mecano, él no era sterosexual, ni tenía ningún remordimiento por pensar que había acabado la noche con un tío, si no alguien que utilizaba el alcohol para desinhibir su aprendida heterosexualidad y esta vez, le había salido el tiro por la culata.

    Juanma Vázquez

  • Existe placer después del orgasmo

    Existe placer después del orgasmo

    Existe la creencia social de que cuando llegamos a la meta, al orgasmo, está todo hecho (no siempre es lo más importante a veces, el camino es más importante, pero de eso ya hablaremos otro día), ya sea en la masturbación o los encuentros sexuales, cuando hay clímax parece que ya está todo hecho y podemos dejar descansar a nuestros genitales o punto erógenos. No sé qué pensaréis vosotros, pero a mí este esquema se me queda un poco corto.

    Es cierto que tras correrme normalmente necesito que baje, y mucho, la intensidad de las caricias o tocamientos sobre el clítoris, pezones, etc pero la verdad es, que lo que más me gusta, no es que dejen de tocarme inmediatamente, si no que la estimulación pase a otra fase totalmente diferente.

    Cuando soy yo la que me masturbo, normalmente, tras la fase del clímax, me gusta dejar mi mano apoyada sobre la vulva, rodeándola y cubriéndola. Es realmente agradable seguir siento cierto calor y protección, además de notar las contracciones y descargas que han sigue experimentando mi coño, incluso creo que es mucho más agradable cuando estas contracciones suceden contra mi mano.

    Sé que es complicado esperar que tu pareja sexual acierte a darte el contacto justo en este momento tan delicado, ya que es fácil pasarse de intensidad y que acabe siendo desagradable, pero tampoco me parece muy diferente del resto de gustos. Lo importante, como siempre, es la comunicación, igual que le dices cuando quieres que te la meta más fuerte o te toque más rápido, indícale también cómo quieres que sea el contacto tras tu último orgasmo.

    Además de lo que quieres que te hagan en el coño, también deberías pedir qué quieres que te hagan en el resto del cuerpo. Durante los 10-30 minutos posteriores al clímax tus genitales se van vaciando de sangre y tensión y repartiéndose por tu cuerpo, por lo que ayudar a esta descongestión con caricias puede ser realmente agradable.

    Aunque como estoy hablando en primera persona lo esté haciendo en femenino, es algo que también les pasa a los hombres. Hay quien prefiere que una vez haya salido toda la leche mejor dejes los frotamientos peneales o de los testículos, otros sienten sensaciones muy agradables si se las sigues chupando aun cuando se han corrido, otros no soportan la estimulación genital después de correrse, pero sí que sigas jugando con su culo…. Como para todo, cada persona es un mundo. Pregúntale a tu compañero qué prefiere en cada momento y sigue ofreciéndole placer incluso después del orgasmo, y aprovecha para preguntarle cuál es la mejor manera de pasar su periodo refractario, que es otra de las cosas que a las mujeres nos cuesta gestionar, sólo es cuestión de información.

    Y vosotr@s, ¿cómo os lo montáis después de correros? ¿alargáis las estimulaciones o cortáis en seco? ¿os habíais planteado alguna vez que el orgasmo no es el final del camino en lo que al placer se refiere? ¿tenéis alguna preferencia que nos queráis contar? Seguro que sí, podéis hacerlo en los comentarios de este post o en sexoyloquesurjablog@gmail.com.

    Azalí Macías

    Imagen: https://culturacolectiva.com/historia/7-simbolos-de-la-sexualidad-femenina-a-traves-de-la-historia/

  • Entrevista a Sonia Encinas

    Entrevista a Sonia Encinas

    Sonia Encinas  se define como comunicadora, sexóloga y coach de mujeres, pero para quiénes la conocemos es, además, una increíble fuente de empoderamiento, inspiración y admiración. Sonia lleva años dedicada a la comunicación, la sexología y las mujeres de manera independiente, pero con su nueva aventura ha aunado las mejores partes de sí misma para crear un proyecto que cuida y empuja a las mujeres en todas sus vertientes.

    Empezamos fuerte, ¿qué es para ti ser mujer?

    Es magia.

    Como comunicadora, estoy a favor del uso de las etiquetas, ya que necesitamos nombrar las cosas para entenderlas. Yo soy mujer, me siento mujer, vivo como mujer y me relaciono con el mundo como mujer. Ser mujer atraviesa mi cuerpo, mi mente, mis emociones y mi forma de estar en el mundo.

    Ahora bien, «qué es ser mujer» no tiene un significado único, sino tantos como personas hay en el mundo y, si bien yo lo vivo de un modo, respeto profundamente el sentir de cada una.

    Ser mujer para mí es tener una relación de conexión profunda con la naturaleza y la tierra. Es «dar vida» en su significado más amplio (no literalmente, en el sentido de parir hijos, que también), a través de nutrir el mundo, de los cuidados que nuestras ancestras procuraron y nos permiten estar hoy vivas.

    Ser mujer, relacionado con lo anterior, es creatividad (somos creadoras de ideas, de energías, de vida. Ser mujer es conocer mi ciclicidad y reconocer mis cambios hormonales, disfrutar de mi cuerpo y de mi conexión con el mundo en el que vivo de una forma más auténtica, dejándome embriagar y emocionar por la grandeza de lo que nos rodea. Ser mujer es despertar la intuición y vivir una sexualidad rica, profunda y poderosa.

    Ser mujer también es ser combativa, es luchar por construir un mundo mejor junto a otras mujeres fuertes y valientes.

    Podría estar horas hablando de lo que es para mí ser mujer, ¿cómo voy a querer renunciar a esa etiqueta? Mi identidad y mi comprensión de mí misma tienen como pilar fundamental el hecho de «ser mujer».

    Pero como digo, esta es MI FORMA de describir lo que me define a mí como mujer, pero insisto en que cada una debe buscar su propia definición (y a quien le guste la mía se la presto encantada).

    Para seguir con las preguntas potentes, ¿cómo crees que vivimos nuestra sexualidad las mujeres hoy en día? ¿cómo deberíamos vivirla?

    Creo que hoy en día, las personas vivimos nuestra sexualidad desde la desconexión con nuestro cuerpo y nuestra parte espiritual. Vivimos con mucho peso de la mente, con ideas muy marcadas de lo que son las relaciones sexuales según si somos etiquetadas como hombres o mujeres (sin más opciones). Una sexualidad definida por la genitalidad. Si a esto le sumamos, en nuestro caso, la desconexión de nuestra naturaleza femenina ancestral y el silenciar la información que se aloja en nuestro cuerpo, llegamos a vivir una sexualidad muy superficial, limitada, que deja de lado toda la riqueza y belleza del concepto global de la sexualidad (que yo entiendo y trabajo como algo sagrado).

    No me atrevo a decir cómo deberíamos vivirla, pero si aliento a las mujeres a que, en primer lugar, empiecen a entenderla colocándose ellas en el centro. A que piensen y vivan la sexualidad primero para ellas mismas (y con esta ya definida, podremos compartirla de forma más saludable).

    Sexualidad es placer, es emoción, es aparcar lo racional y despertar el saber del cuerpo, es energía, es salud, es comunicación, es conexión con una misma y con el resto, es bienestar, es intuición, creatividad… ¡y muchas más cosas!

     

    Somos muchos los que estamos de acuerdo en que vivimos aún en una sociedad tabuizada y que hace de los temas femeninos algo aún privado, ¿qué medidas podemos tomar en nuestro día a día para dar visibilidad y libertad a este tipo de temas? ¿cómo nos deshacemos de los muchos prejuicios que padecemos?

    Hablando, compartiendo, leyendo… el primer paso para mí es sacar los temas sexuales a la luz y quitarles la condena de la vergüenza. Como digo siempre, la sexualidad forma parte de nuestra vida desde que nacemos, es una parte importante de nosotras mismas.

    Y aquí hago un inciso para que nos entendamos bien. Ojo, sexualidad no es lo mismo que sexo ni sexo es lo mismo que coito. Nuestra sexualidad es mucho más que una práctica sexual compartida. Es una parte de quienes somos, es una forma de relacionarnos con el mundo exterior y también con el interior.

    Por eso empecé a trabajar con mis arquetipos, porque ayudan a trascender el concepto de sexo que nos han enseñado y nos ayuda a visualizarnos como seres importantes llenos de sabiduría, de poder y de energía sexual.

    Las que hemos asistido a tus talleres nos llevamos un aprendizaje muy brutal y precioso, casi catártico, pero, ¿qué has aprendido tú haciendo los talleres?

    Es una pregunta complicada porque podría escribir durante horas y no acabaría de decir todo lo que he aprendido. Con cada taller aprendo cosas nuevas, yo lo facilito, pero me integro en el grupo como una más, así que siempre saco ideas y aprendizajes súper potentes del resto y de mí misma.

    Este taller ha crecido conmigo y yo con él. Fue mi proyecto tras acabar el Máster en Sexología hace años, y se ha transformado a la vez que lo hacía yo. De hecho, he ido incorporando todas las cosas que he ido aprendiendo y pasó de ser un taller de autoplacer de una hora a un taller de sabiduría femenina y crecimiento sexual de 5 horas, donde no solo dedicamos tiempo a la estimulación del placer corporal, sino a conocer nuestro ciclo menstrual, a reflexionar sobre nuestro concepto de sexualidad y a conectar con los 3 arquetipos de mujeres que somos: Mujer Salvaje, Mujer Esencial y Mujer Sexual.

    Es un espacio de verdad maravilloso. Del que siempre salgo tremendamente emocionada y recargada de energía femenina.

    Quizá si tuviera que sacar un aprendizaje, sería que cada una de nosotras somos MUY importantes, que tenemos mucho que aportar y que ofrecer al mundo y que las mujeres somos mágicas (unicornias como digo yo), somos la cosa más bella de este mundo.

    Los cambios y evolución que tu taller ha sufrido desde que empezaste, ¿son un reflejo de tus propios cambios personales?

    Absolutamente. Este taller es una extensión de mí. Como decía antes, ha evolucionado y evoluciona conmigo y está impregnado de mi energía y mi forma de ver el mundo.

    Es mi joya. Muy difícil de explicar con palabras todo lo que significa para mí, pero si vienes y lo vives, lo entiendes.

    ¿Cuán importante es la creación de tribus en este momento? ¿Eres de las que crean tribus?

    Habría que definir qué es tribu para cada una. Pero como idea de grupo que comparte valores, vida y cuidados, la tribu no solo ha sido fundamental para que hoy estemos en este mundo, sino que lo sigue siendo. Somos seres sociales, necesitamos a la manada/tribu para sobrevivir (me da igual si es una pareja, amigas, familia tradicional…). Cada persona crea su propia tribu, que será en la que encuentre hogar, bienestar, seguridad, salud, amor, cuidados, apoyo…

    Yo soy de tribu, sin duda. Loba de manada. No entiendo la vida sin mi entorno.

    ¿Qué crees que aporta la marca “Sonia Encinas”? ¿cómo la definirías?

    Humanidad, ante todo. Sonia Encinas soy yo, y aunque entiendo el concepto (ya que mi trabajo está bajo mi nombre), me cuesta verme como marca.

    Para bien y para mal siempre soy yo. Porque en los días bajos, tristes o de estrés, sigo siendo yo y mi trabajo se ve influido por esto.

    Para bien, mi principal aportación es mi amor y admiración por las mujeres. La pasión e ilusión de haber vivido en mis propias carnes cómo ha cambiado mi vida y yo misma conectando con mi naturaleza femenina, teniéndome en cuenta siempre y colocándome en el centro de mi vida. Todo lo que hago ha pasado primero por mi piel, y por eso lo vivo con tanta intensidad, con la convicción de que podemos vivir mejor, una vida con sentido y magia.

    Tu nuevo proyecto tiene una visión muy holística de la mujer y del coaching, ¿por qué crees que es importante que sea así?

    No concibo que no sea así. En nuestra vida influyen multitud de factores y todos están relacionados y se influyen mutuamente. Si no abrimos la mirada a todo lo que somos, todo lo que vivimos, cómo lo vivimos y en qué contexto, no podemos bajar a la raíz y transformarnos/conectarnos desde allí. Hay que ir a la esencia.

    Para terminar, háblanos de tus próximos proyectos, ¿qué más cosas vamos a disfrutar viendo cómo revolucionas?

    Pues mi mente va a mil. Siempre estoy soñando, imaginando y creando. Pero de todo eso luego aterrizan unas pocas cosas. De momento, lo primerito que va a aterrizar es un precioso taller de sabiduría menstrual (se inaugurará en mayo y de momento solo lo había compartido con las mujeres que están suscritas a mi newsletter).

    Pero de aquí a final de año, habrá novedades 🙂

    Azalí Macías

    Si quieres saber más de Sonia:

    soniaencinas.com

    facebook.com/soniaencinass

    instagram.com/soniaencinass

     

  • Florella: un placer envolvente

    Florella: un placer envolvente

    Últimamente no dejo de probar cosas, y estoy encantada, aunque me haya gastado casi más dinero en sexshop que en alquiler ha merecido la pena, como dice mi amiga Alba Jiménez: “los buenos orgasmos no tienen precio” y yo añado, si son como los que te proporciona Florella menos.

    Amantis me envió un email anunciándome el lanzamiento de esta maravilla y a los 10 minutos de verlo ya había hecho el pedido y ¡al día siguiente lo tenía! Sólo con ver la foto me pareció irresistible, y bien valía los 24.95€ que me costó. Me parece un concepto revolucionario en cuanto a vibradores, me sedujo especialmente el hecho de que se pasa por el coño la idea absurda de la necesidad de la penetración y el diseño pensado para cubrir y estimular la vulva en general es un paso adelante, olé por los creadores y gracias al servicio de Amantis por descubrírmelo y permitirme que lo tuviera casi tan pronto como deseaba.

    Florella es un vibrador de silicona con forma de cáliz de flor, lo que permite que cubra tus labios mayores, en mi opinión, es genial que alguien haya pensado en que todas las partes de los genitales femeninos son merecedores de vibraciones y estimulaciones. Los labios mayores pasan a un segundo plano en muchos de los encuentros y las masturbaciones, pero en realidad, son una parte con muchas terminaciones nerviosas que, bien tocadas, proporcionan sensaciones realmente placenteras. Por no hablar de que, colocándolo bien, y dependiendo de los casos, la suave silicona y sus movimientos llegan hasta la horquilla, otro de los puntos olvidados injustamente en el tema de las caricias y lo que nos puede ofrecer.

    Además, aun cuando no está encendido, es muy gustoso. Siempre me ha encantado dejar mi mano sobre el coño después del orgasmo, hace que, tras el clímax, los latigazos de placer posteriores sean más intensos y me proporciona una sensación de calma placentera, no sé cómo de personal es esta predilección ¿a vosotras también os pasa? Sea como fuere, Harvey (Florella para el resto del mundo) cubre esta necesidad a la perfección.

    Pero ahí no acaba todo, en su interior cuenta con una gran cantidad de “pinchitos”, que, por supuesto son blanditos y maleables, que se van adaptando a todas las formas de tu anatomía según la presión que hagas contra el coño. Por si fuera poco, tiene una línea central de protuberancias algo mayores que aumentan las sensaciones sobre el clítoris y la entrada a la vagina, ¿no me digáis que no son vuestros dos puntos favoritos para que las vibraciones sean más intensas y cercanas?, unido al hecho de que tiene 30 modos de vibración la experiencia orgásmica es total.

    Debo confesar que sólo lo he usado una vez, pero me basta para saber que va a ocupar un lugar muy destacado en mi cajón del placer. Hace tan sólo unas horas que mi nueva adquisición me ha provocado unos de esos orgasmos totales, en los que la electricidad se extiende por toda la zona genital, me ha hecho sentir totalmente estimulada y, a pesar de haber sido un orgasmos total, potente y envolvente, podría definirlo como un orgasmo tranquilo, lo que no le resta méritos, al revés, es tan agradable y se adapta tan bien a mis necesidades que el placer me inunda de una manera relajada y muy muy satisfactoria.

    Para ser justos y sacarle algún defecto, puede que sea un poco más ruidoso de lo que me gustaría, no es el juguete ideal para usarlo en silencio, y sus vibraciones son tan potentes y profundas que cuando terminé de jugar con él, tuve la mano dormida durante unos minutos. Aunque, desde mi punto de vista, son males menores para la satisfacción que ofrece.

    Os mantendré informados de las experiencias que me brinda en el futuro porque estoy segura de que esta historia de placer envolvente no acaba aquí, ya que acabo de descubrir que su diseño también encaja a la perfección con la estimulación de las tetas y estoy deseando probarlo.

    Azalí Macías

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