¿Nunca habéis tenido un flashback sexual inesperado? A mí me pasa mucho, a veces con cosas que están en lo más profundo de mi inconsciente, y ayer me pasó con algo que me hizo reflexionar.
Mientras paseaba de vuelta a casa, mi mente decidió noquearme con una imagen preciosa de mis primeros encuentros sexuales. De pronto, me vi a mí misma a horcajadas encima de mi primer novio, haciéndole una paja con los labios vaginales. Es decir, yo me subía encima de él y colocaba su polla justo entre mis labios, y moviéndome adelante y atrás conseguía orgasmos increíbles para ambos. Para mí porque su polla me rozaba la entrada a la vagina y su glande el clítoris, además con la intensidad y ritmo que yo quería, es una sensación deliciosa y completa. Para él, porque mis labios y mi flujo envolvían su polla y se la frotaba de arriba a abajo con tan delicada parte, además de que podía sentir mis contracciones vaginales al correrme a lo largo y ancho de su polla. No me digáis que no es maravilloso ¡nos encantaba!.
Así, shockeada, sin ser capaz de dar el siguiente pasó pensé: ya no hago estas cosas, ya no me hacen estas cosas. Cuando empiezas a adentrarte en el mundo del sexo todo son descubrimientos, pruebas, experimentos… Aunque es cierto que unos salen mejor que otros, siempre es apasionante. Cuando todavía no estás lo suficientemente empapada de los esquemas sociales y aún no has sucumbido a rutinas y costumbres, tu mente no tiene límites.
Al comparar esto con mis prácticas sexuales actuales (las que considero abiertas y variadas), he descubierto que he perdido mucho de aquello. Ahora, digamos que tengo una ruleta de posibilidades en la cabeza que se van intercalando y haciendo aparición dependiendo del momento y las ganas, pero han dejado de entrar ítems, se ha perdido la magia de experimentar con cuerpos y sensaciones.
Ante tal situación, me he propuesto un reto, recuperar un poco del espíritu de aquella adolescente que no ponía diques al sexo. Quiero volver a dejarme llevar de tal manera que no sepa lo que va a pasar, ni lo siguiente que voy a hacer, da igual que salga mal, se prueba otra cosa, es lo divertido de esto. La práctica y la seguridad están genial a la hora de follar, pero si soy capaz de combinarlas con la libertad profunda de “yo sexual” creo que puede ser ÍNCREIBLE.
Por supuesto, os mantendré informados, y estaré encantada de que os unáis a mí en esta divertida aventura de la experimentación sexual sin complejos ni corsés.