Etiqueta: masturbación

  • A masturbarse se ha dicho

    A masturbarse se ha dicho

    Amig@s guarreras, hoy os traigo un tema que creo que es necesario tocar (y nunca mejor dicho); la masturbación.

    Y cuando digo masturbación no hablo del onanismo, que también tiene tela que cortar, hablo de la masturbación ajena, la que se practica a otra persona. Creo que en estos tiempos que corren, la poca paciencia y el ir siempre al grano por falta de tiempo o por puro ansia, hace que cosas como la masturbación queden en un total y absoluto segundo plano, y en mi opinión, es una putísima pena que esto suceda, ya que masturbar a alguien es una cosa jodidamente bonita, morbosa y placentera, tanto como para el que la recibe como para el que la proporciona.

    Sé que muchxs no tendréis en demasiada estima que os masturben. Algunos simplemente porque no os gusta, otrxs porque no os lo han hecho nunca a vuestro gusto y otrxs porque apenas lo habéis probado. Al que no le gusta apenas le puedo decir nada, aunque le animaría a que intentase darle una vueltecita al asunto para buscarle el punto, que seguro que lo encuentra, pero en los otros dos casos, os tengo que decir que ya estáis tardando en cambiar el chip. Voy a dejar algo claro, yo no hago bien casi nada, pero masturbar es una de las cosas que seguramente mejor haga en esta vida y encima más me guste hacer, y sé de buena tinta, que puede llegar a proporcionar un placer muy interesante. No solo lo sé por ser un flipado el cual presume de masturbar bien (que me lo hayan dicho hace que me crezca, perdonarme por mi ego), sino también porque soy un disfrutón y me gusta mucho que me lo hagan. No a todo el mundo le gusta lo mismo y no todo el mundo sabe hacer de fábrica lo que le gusta a la otra persona, pero os animo a que busquéis lo que os gusta y lo que le gusta a vuestro partenere y habléis y os comuniquéis abiertamente.

    A nadie le gusta que le digan «eh payaso, ¿qué crees que estás haciendo?, mi clítoris no es un rasca de la ONCE» o un «tío, a ese ritmo me vas a reventar el frenillo en ocho trozos». Pero un «más despacio cariño» o un «escúpeme aquí o allá» puede ser incluso morboso y facilita mucho las cosas al que está intentado proporcionar el placer.

    También os digo, que aunque la mayoría de gente se olvide de la masturbación por prisa, esta no tiene un orden específico y que intercalarla con la penetración o sumársela a una mamada o a una comida de chocho es una cosa maravillosa. No siempre hay que masturbar y solo masturbar haciéndolo de forma aburrida y monótona, esto puede ir siempre acompañado de un montón de cosas morbosisimas y placenteras. Qué mientras tocas un coño o una polla añadas un buen beso con lengua, un mordisco en el cuello, lametazos por donde pilles, tocamiento de pechos, una mirada lasciva o un agarrón de pelo también es masturbación, ya que estás estimulando y dando placer a la otra persona. Todo forma parte de lo mismo y el orgasmo, aunque es una gran recompensa y un objetivo a tener en cuenta, no es lo único que proporciona placer en esta vida.

    Buscar la fórmula perfecta para masturbar y hacerla lo más completa posible te garantiza siempre un rato maravilloso.

    Asique amig@s, ya sabéis, poneros las pilas, probad vosotros solos, en pareja, hablaros, comunicaros y empezar a disfrutar como se merece la masturbación, que nunca es tarde si la dicha es buena.

    A masturbarse se ha dicho.

     

    Juanma Vázquez

     

    Imagen: http://pajasmutuas.blogspot.com.es/

  • La Gayolapedia

    La Gayolapedia

    Amig@s guarreras, hoy os traigo un documento histórico. Un documento al que desde hoy se va a recurrir asiduamente para identificar el tipo de paja que ha caído en un momento puntual y que poco a poco empezará a ser un documento de culto. Señoras y señores, les presento “LA GAYOLAPEDIA”.

    Después de leer esta pequeña introducción ya os podéis hacer una idea de lo que va a tratar la vaina, pero os aclaro que no vengo a contaros las múltiples técnicas que podéis utilizar para masturbaros, sino a catalogar las pajas por el motivo por el que nos la hacemos o por cómo se desarrolla. Amig @s, esto son los tipos de pajas que todos nos hemos hecho alguna vez.

    Paja expansiva: Esta paja es una de las más divertidas, pero no todos los días se tiene ánimo para llevarla a cabo. Esta paja es en la que te inspiras y te das mucho amorcito a ti mismo. Te tocas por aquí, te aprietas por allá, añades algún lubricante, algún juguete…. Una paja de las de follar con uno mismo.

    Paja trámite: Algo en tu interior te pide que te masturbes. No es cachondismo, tampoco necesidad, simplemente sientes que tienes que hacértela. Es una paja sin amor y sin pasión. Te pones algo de porno, te sacas el badajo y ejecutas. Una vez te corres sientes que el trabajo está hecho y a otra cosa mariposa.

    Paja tila: Es la paja que te haces para relajarte. ¿estás nervioso? ¿no puedes dormir?  ¿te duele la cabeza?. Una buena paja y más suave que un guante.

    Paja bolera: Esta es la paja que se hace por estar ocioso y no saber qué hacer, como cuando te aburres tanto que acabas en la bolera. Pagas, te pones esos absurdos zapatos, tiras creyéndote Jesús Quintana y la bola se va por los raíles. Ahí te das cuenta de que el plan es una mierda, pero bueno, mejor eso que nada. Esta paja es igual. Te aburres, te pones al lío y cuando acabas piensas “a ver ahora qué hago”.

    Paja tonta: Sin ton ni son te echas una mano a la entrepierna, el cuerpo se da cuenta, se despierta y cuando te quieres dar cuenta te la estás pelando como un mono zurdo. Suele ser rápida y gustosa, pero cuidado, si te alargas puede acabar convirtiéndose en una paja rancia.

    Paja rancia: Esta paja es de las más tristes y asquerosas que hay. La empiezas a medio gas porque algo te ha picado o por simple tontería o aburrimiento y a medida que va pasando el tiempo menos te va apeteciendo seguir. Parar en ese momento va a ser peor asique terminas corriéndote a cara perro sin ganas ninguna.

    Paja necesaria: Esta es la paja más común en gente que no tiene demasiado tiempo en su día a día para masturbarse. El cuerpo te la pide, la cabeza también y sientes la imperiosa necesidad de hacértela. Hay que correrse periódicamente y cuando llevas tiempo sin hacerlo….tu coño o polla lo sabe y pide su ración.

    Paja púber: Esta paja es la que va después de otra. Te haces dos seguidas como si tuvieras 15 años. Aprovecha y disfruta que esta cuanto más mayor te haces menos se repite.

    Paja Sanitaria: Esta paja es una gran desconocida para muchos, pero a veces es muy necesaria y hay que hacérsela. Si había sangre en tu anterior corrida (pasa algunas veces) y quieres comprobar que era algo puntual por un mal golpe, te escuece al correrte, el flujo ha salido extraño en la anterior, has pasado por un proceso de hongos o derivados y quieres comprobar cómo vas… La paja sanitaria es tu paja. Te la haces observando cómo va la cosa, estando atento y te corres comprobando que todo está en orden, La salud es lo primero y con la paja sanitaria nos aseguramos de que la mantenemos intacta.

    Paja repollo: Llegas a casa con un hambre de mil demonios, tu madre te dijo que haría lasaña si tenía tiempo, vienes con ganas de que lo haya tenido y puedas comerte semejante manjar pero….cuando llegas hay un sucio y asqueroso plato de repollo (inserte aquí el plato más insulso que conozca). Te lo comes porque tienes hambre, pero no te ha sabido a na. Querías lasaña joder, no esa mierda.
    Esta paja es exactamente así. Te la haces buscando una corrida épica, porque te apetece y porque te la has ganado. Intentas quedarte a punto de correrte y retrasarlo para que sea mejor cuando te corras pero…. Te quedas en tierra de nadie, te corres de malas maneras y no sientes prácticamente nada.

    Paja aventura: Esta paja es la que te haces por necesidad y morbo en cualquier sitio.
    Desde la casa de tu tía del pueblo, hasta el locutorio más mohoso de tu barrio. Te vienen las ganas y piensas “joder ¿y por qué no?”. Esta paja puede convertirse en una semáforo e incluso en una rancia, pero si el cuerpo responde bien y no te lleva mucho tiempo es una gozada.

    Paja semáforo: Sabes que tienes la casa llena de gente y que seguramente te vayan a molestar, pero no te importa, puedes arriesgarte. Efectivamente, en cuanto te pones al lio empiezas a oir pasos, puertas que se abren o gente que habla de ti….Semáforo en rojo, toca parar. Si la cosa se va calmando y se pone en ambar….corre que se puede poner en verde o en rojo, solo dios sabe. Esta es una paja peligrosa ya que puede acabar convirtiéndose en una rancia, en una repollo o muy tristemente en una inconclusa.

    Paja sorpresa: Estás navegando por internet y de repente ves una teta, una polla, un coño o una miserable pierna bonita. ¿Qué está pasando aquí? ¡Si me estoy poniendo más perro que Niebla!. Abres algo que te mantenga la excitación, te echas mano al tema y a darle caña.

    Paja del tartaja: Esta paja es una maravilla si sale bien. Es esa en la que tienes varios avisos de corrida que no llegan a término y finalmente acabas corriéndote como un locx. Me co me co me co, me cooooooorrooooooo. Una gozada pero, mucho cuidadito, que en menos que canta un gallo se tuerce y acaba siendo una paja repollo de las peores que te has hecho nunca. Es una paja arriesgada pero muy placentera. También puede acabar en explosiva.

    Paja explosiva: Esta paja se caracteriza por tener una corrida brutal. No tiene una causa exacta pero empiezas a masturbarte y a medida que te acercas al gran final sabes que se viene una gorda. BOOOOOOOM explosión y cara de felicidad. Una gran paja.

    Paja previsora: Tienes programado un viaje, un festival o unos días de convivencia en una casa ajena. Antes de irte ya sabes lo que toca. Una corrida preventiva para evitar problemas. Puede disfrutarse más o menos, pero lo que tienes claro es que hay que hacerla, que más vale prevenir que curar.

    Paja comunitaria: Esta es la mejor paja sin duda alguna, aunque haya mucha gente sosa que no le guste. Es la paja en la que alguien colabora, te ayuda e incluso se anima a hacerse una propia a tu lado. Una paja maravillosa que puede ser además explosiva. 2×1.

    Paja limpia: Una de las pajas más insalubres bajo mi punto de vista. Consiste en apretarse los conductos que unen los huevos y el pene y así evitar la eyaculación. Es limpio sí, pero todo eso que debería haber salido sigue en tu interior y si vas a mear poco después sale sin pena ni gloria. Una paja muy insalubre, ya que enquistar la corrida no debe ser nada bueno y que además falta al respeto a nuestro semen.

    Paja del historiador: No tienes porno ni nada que te estimule a mano o simplemente prefieres tirar de base de datos por la situación o el lugar. Haces memoria y rememoras en tu mente algún encuentro sexual que haya merecido la pena y a darle cañita al body.

    Paja anuario: Esta paja con el tiempo va muriendo, pero todos nos hemos hecho alguna de esta cuando éramos jóvenes (y alguna siendo más mayores también ha caído, a mi no me engañais). Consiste en tirar de memoria y acordarse mientras nos masturbamos de todas aquellas personas que nos ponen cachondos en nuestro día a día. La profe de inglés, la que limpia mi portal, mi amiga Pepita, la vecina se abajo… En mi mente me las he follado a todas mientras me la pelaba como un gorrino. Todo un clásico.

    Paja empollona: Esta paja jamás la he utilizado porque la verdad que nunca he sido un tío estudioso, pero sé de buena tinta que hay gente que la ha llevado a cabo y le ha funcionado. Antes, durante y/o después de estudiar una paja ayuda a relajarse y a que entre mejor la chapa que tengas que estudiar. Sé de gente que entre tema y tema se hacía una paja y decía que así tenía más ganas de llegar al siguiente tema, pero esto ya es para muy pros.

    Paja sucia: Esta es un clásico. Es cualquier paja que acaba con tu cuerpo, tu ropa, tu cama o cualquier sitio donde pueda caer, llenito de corrida. Suele ir de la mano de la explosiva y aunque a veces forma parte de un accidente, dejar libre la corrida de vez en cuando también es un gustazo.

    Paja Super Mario: Esta paja es solo para hombres (el resto de pajas creo que pueden aplicarse a ambos sexos). Esta paja es maravillosa y consiste en hacerse una pajilla con tu mano, mientras alguien,  un Super Mario de turno, te come la seta (el prepucio si nos ponemos técnicos). Si se hace bien y os coordináis es una puta pasada.

    Juanma Vázquez

    Imagen: Matthias Schlitte

  • El punto ¿qué?

    El punto ¿qué?

    Iba a titular este artículo con el título: “De aquella vez que exploré mi punto G” pero no sería del todo adecuado, debería llamarse algo más como: “De aquella vez que sucumbí a las presiones sociales y freudianas y descubrí que eran una mierda”. ¡Oye! Que para gustos los colores, sabores y olores en esto del sexo, pero personalmente la séptima letra del alfabeto me decepcionó mucho como punto adorado.

    De nunca había disfrutado de los placeres de esta zona erógena en mis relaciones sexuales, y teniendo el clítoris “tan a mano” (broma mala), tampoco me había planteado estimulármelo por mí misma, pero después de estudiarlo en el master y con el cerebro ya taladrado por la maldita moda del correrse “como Dios manda” decidí que había que darle una oportunidad, quizá la culpa la tuvieran mis compañeros sexuales, y al fin y al cabo, nadie se toca como una misma.

    Aprendí la teoría: primer piso en la ventana, miré algún que otro vídeo y consulté a mis congéneres femeninas; estaba todo preparado, sólo faltaba ponerse “manos a la obra” (#elhumor). Tal y como me habían recomendado, empecé por una estimulación exterior para hacer que las famosas glándulas se excitaran un poco y fuera más fácil localizarlas. En este punto yo pensé: ¿para qué complicarme buscando cosas escondidas si ya tengo todo lo que necesito aquí en mis manos? Pero la curiosidad mató al gato y a mi orgasmo clitorial.

    Es cierto que, con un poco de atención, no es difícil localizar esa parte de la vagina que es algo más rugosa y que aporta sensaciones de placer, también es cierto, que el morbo de estar descubriendo nuevas zonas de mi cuerpo ayudó mucho a mi excitación, y, para terminar, es cierto, que tras un poco de estimulación viendo porno, acabé por correrme; lo que no puedo decir es que fuera el mejor orgasmo de mi vida. Tanto revuelo con el dichoso punto, tanta tinta derramada diciéndonos a las mujeres que es la mejor forma de correrse (física y moralmente) y al final me dejó totalmente fría.

    Repito que, para estos de los orgasmos cada uno tiene sus experiencias y preferencias, pero desde mi punto de vista, la zona no merece la atención que históricamente (y aún hoy) se le ofrece. Además, creo que, en muchos casos, sigue estando relacionado con toda esa teoría que se cimienta en la pasividad sexual de las mujeres, nuestra dominación y nuestra inferioridad e infantilidad con respecto al sexo masculino.

    Mi clítoris sigue siendo el campeón como parte del cuerpo “proporcionadora” de placer, y aun que fue una experiencia bonita por la magia que tiene la autoexploración, mis atenciones y sensaciones siguen estando más centradas en mi único órgano con 8.000 terminaciones nerviosas; eso sí, nada es desdeñable y es un buen fichaje para la técnica del apuntalamiento.

    Azalí Macías

    Imagen: https://lightspeedspanish.co.uk