Día: 8 de enero de 2018

  • Sexo guionizado

    Sexo guionizado

    ¿No estáis cansados del manido esquema sexual que nos han vendido como “normal”? ¿no estáis agotados de: besos, magreos, algún tipo de sexo oral y penetración hasta el final marcado por el orgasmo masculino? Yo desde luego estoy cansada de verlo y de practicarlo siempre en este orden.

    El porno ha contribuido mucho a meternos en la cabeza que el sexo tiene un guion, y todos hemos sucumbido un poco a aceptarlo, pero, me parece indispensable reflexionar sobre ello y deshacernos de estas imposiciones. Hasta cuando simplemente busco ver porno para masturbarme, esta repetida sucesión se me hace monótona y poco excitante.

    Es cierto, que a veces, practicarla, da buenos resultados, no estoy diciendo que sea una mala secuencia o que haya que evitarla a toda costa, lo que quiero decir es que es tediosa si es la única opción. Desde mi punto de vista y la particularidad de mis gustos, los encuentros sexuales siempre mejoran cuanta más libertad se instaura en los cuerpos. Me parecen auténticamente deliciosos esos polvos en los que la penetración no es el final del recorrido, si no una de las muchas posibilidades: frenar el coito para deleitarnos con una sesión de besos, que el orgasmo masculino sea producto del sexo oral y sirva para que tu amante te masturbe con más ganas una vez que os habéis tragado a medias su leche, o la satisfacción de un encuentro sexual totalmente pleno sin que su polla se haya alojado en tus orificios vaginal o anal, por mucho que os sorprenda SE PUEDE HACER y no se echa nada de menos.

    En general, me parece que, en nuestra sociedad, vivimos en una época sexual totalmente constreñida y polarizada en muchos sentidos. Distinguimos entre lo que se debe y lo que no se debe hacer, entre que se puede hacer antes y después de la penetración; incluso he escuchado discursos entre las prácticas sexuales adecuadas en una relación con y sin compromiso. ¿A vosotros también os parece tan tremendamente absurdo y asfixiante como a mí?

    Estamos coitocentrados, condicionados por los orgasmos masculinos, obsesionados con una simultaneidad de orgasmos que no aporta nuevas cuotas de placer, traumados por que el orgasmo sea el único objetivo (no siempre de ambas partes), constreñidos por un ideal indeseable y coartando nuestras posibilidades sexuales tanto en personas como en prácticas. Podría seguir alargando el análisis, pero lo que realmente es efectivo es que cada uno de nosotros reflexionemos sobre nuestros propios esquemas.

    ¿Te planteas un polvo sin penetración? ¿te planteas mantener encuentros sexuales con otro tipo de personas? ¿te planteas empezar algún día por el “final”? ¿te planteas follar con alguien sin que os toquéis en ningún momento? ¿te planteas un polvo placentero sin orgasmos? ¿te planteas introducir nuevos actores (animados o no)? ¿te planteas algo sobre tu sexualidad? Si has respondido que no a todas las preguntas anteriores, especialmente a la última, te invito a que reflexiones ¿por qué? Y qué te estas perdiendo.

    Dejemos de acatar las órdenes del director, improvisemos una nueva escena, una nueva postura, una nueva práctica, una nueva secuencia de pasos… dejémonos llevar por esa parte animal con la que el sexo nos conecta, dejemos que se desplieguen nuestras alas por muy atrofiadas que estén por haber estado atadas por la sociedad todos estos años, dejemos que sean nuestros cuerpos los que se comuniquen y marquen las pautas aun cuando nos sorprendan, diría más, especialmente cuando nos sorprendan.

    Azalí Macías

    Juanma Vázquez suscribe cada palabra

  • No corrida, Si party

    No corrida, Si party

    Amig@s guarreras, hoy os quiero hablar de algo que posiblemente a muchos de vosotros os vuele la cabeza en mil pedazos: tener sexo sin orgasmo.
    Bajen ustedes las manos de la cabeza, ajústense las gafas y pónganse a leer atentamente, que este tema viene cargadito.
    Después de leer el gran artículo que se ha marcado mi fiel amiga y compañera Aza en el que habla sobre los guiones preestablecidos que hay en el sexo (artículo el cual suscribo al 100%) se me ha venido a la cabeza este tema: El follar sin llegar al orgasmo.
    Y es que me pregunto, ¿Es necesario el orgasmo para disfrutar de una buena sesión se sexo?. Pues bien, según mis múltiples experiencias la respuesta es un NO como un castillo de grande.
    Es cierto que normalmente una cosa lleva a la otra y al final enfocamos los polvos al gran objetivo final qué es correrse. Pero experimentando, dejándome llevar, viviendo el sexo sin prejuicios y fluyendo me he dado cuenta de que en muchas ocasiones yo no llego al orgasmo y disfruto igual o más que si me hubiera corrido. También por supuesto me ha pasado a la contra y la que no se ha corrido ha sido mi compañera de batallas por haberse centrado más en mí y también han sido grandes sesiones de sexo muy placenteras. E incluso a veces no nos hemos corrido ninguno y hemos pasado un rato de excitación, morbo, jugueteo y demás la mar de divertido y gustoso.
    Haciendo caso a Aza y dejando de lado los guiones preestablecidos del sexo se pueden tener grandes relaciones sexuales que no siguen ningún canon y esto de que correrse importe poco es una variante super placentera.
    Cuando consigues olvidarte del orgasmo y no tener objetivo ninguno más que disfrutar y hacer disfrutar, el sexo se vuelve algo morbosisimo y muy placentero. En multitud de ocasiones me he dedicado plenamente a excitar a mis amantes con masajes, apretones, tocamientos, lametones, besos, caricias….y un sin fin de cosas morbosas y estimulantes. Y siempre lo he hecho olvidándome de si yo me iba a correr después o no e incluso obviando si ella se correría 0,1,2 o 100 veces. Solo me dejo llevar, innovo, me muevo, estimulo, ofrezco, hago y me dejo hacer y sobre todo, FLUYO.
    Creo que fluir es la palabra clave en todo esto. Cuando aprendes a dejarte llevar y dejar que el sexo fluya y te vaya llevando a donde él quiera es cuando disfrutas plenamente de cada cosa que haces, importando poco si estás sintiendo placer físico, ya que el físico al final, es un placer más en esto del sexo y el psicológico, al menos para mi, lo supera con diferencia. De hecho, cuando te sumerges en el placer psicológico de estar haciendo lo que quieres y estar pasándolo muy bien, tu cuerpo reacciona por si solo, sin necesidad de meter tu polla en ningún sitio ni de que te metan nada en el coño y disfrutas como un gorrino.
    He tenido grandes sesiones de masturbación, comida de coño, masajes, juegos, etc, en los cuales yo no me he corrido y al terminar estaba más agusto y más feliz que habiéndolo hecho.
    Os animo desde aquí no cerréis vuestros polvos en la corrida, porque el orgasmo ni tiene porqué ser el objetivo primordial ni tampoco tiene porque ser el final de un polvo. Solo es una cosa más dentro de este precioso mundo que es el sexo.
    Dadle una vueltecita a esto, animaros a dejar de lado el correrse y follar con alegría y con devoción. ¿Que te apetece correrte en el minuto 3 de haber empezado a follar? Hazlo, hazlo con gusto y disfruta el momento. ¿Que no quieres correrte porque estás agusto haciendo lo que haces y tú pareja se las está gozando también? Mantente ahi, dalo todo y disfruta cada segundo.

    Imagen: http://www.alminerech.com/artists/146-john-giorno

    Juanma Vázquez

     

  • LOVA VI

    LOVA VI

    “Tener una amiga dueña de un sex shop le había facilitado muchas de sus decisiones, aunque fue todo un calvario contarle la historia y responder a todas las preguntas de Giorgia, había conseguido un outfit bastante coherente y cómodo a la vez, y toda una serie de complementos y juguetes que no tenía ni idea de cómo ni cuándo utilizar, pero que le hacían sentirse poderosa y guapa.

    Y allí estaba ella, con todo preparado 15 minutos antes de la hora de la cita mirándose en el espejo y planteándose de nuevo si aquello era una buena idea; menos mal que la impaciencia de Matías rompió sus pensamientos y dudas adelantándose a la hora acordada.

    Desde el principio notó que no la miraba como un verdadero sumiso, había algo de reto en sus ojos por eso antes de dejarle pasar le obligó a arrodillarse y le puso una de esas cadenas que no sabía para lo que servían al cuello: no puedes desobedecer mis órdenes llegando a la hora que quieras, le dijo y pensó en darle una bofetada, pero no se atrevió, aquella cadena le pareció suficiente como para doblegarle.

    Sentía que estaba controlando la situación, que, pese a su inexperiencia, su disfraz cubría su cara y sus miedos y que al final, aquello hasta podría ser más sincero de lo que pensaba, después de tanto tiempo fantaseando delante de un papel algo parpadeaba en su interior. Justo en ese momento, Matías se levantó y con un rápido movimiento logró inmovilizarla los dos brazos en la espalda. ¿Qué era aquello? ¿no se supone que si un sumisa paga por una dominatriz es para que le someta? ¿sería quizá un reto para ver si era capaz de dominarle de verdad? Pero ninguna de las estrategias sirvió para liberarse de él, ni los gritos, ni las órdenes, ni si quiera las súplicas. Al final comprendió que Matías solo quería una mujer fuerte a la que doblegar porque era mucho más excitante que hacerlo con las débiles, o eso fue lo que lo que dijo con la rodilla en su nuca, prefería creerle que pensar en algún tipo de venganza personal”

    ¡Vaya! Aquello era mucho más apasionante leído desde fuera, si no me hubiera pasado a mi estaría compadeciéndome de esa pobre chica ridículamente llena de cuero y cadenas inmovilizada contra el suelo en su primer intento de ser alguien; pero sé que aquello no fue una humillación por mucho que lo pareciera, sino un auténtico revulsivo para que me dejara de tonterías y tuviera más ganas de dominar que nunca.

    Cierto es que Matías consiguió salirse con la suya: penetrarme tal y como deseaba hacerlo, pero sólo porque mi estrategia mudó a la indiferencia y le dejé hacer para terminar lo antes posible aquel primer encuentro tan sorprendente y edificante. Quizá él había ganado la batalla de mi coño, pero había perdido la de mi orgullo y eso era mucho más peligroso.

    A modo de venganza rebelé su identidad y sus prácticas en mi blog a la mañana siguiente, asegurándome de que nadie más volvería a hacerse una idea equivocada sobre él y enviando por casualidad un link en el que se podían ver primeros planos de su pequeña y ridícula polla llena de pelo (cortesía de mi móvil en constante grabación gracias a los sabios consejos de Giroga). Quizá fuera solo una chiquillada que no vengaba la humillación y la violación de la noche anterior, pero me dejaba la sensación de haber hecho algo al respecto y me ayudaba a seguir adelante, puede que sin estos pequeños actos de rebeldía jamás hubiera conocido a César.

    Azalí Macías

  • Entrevista a Alba Jiménez

    Entrevista a Alba Jiménez

    Alba Jiménez es la carismática autora de uno de los blogs eróticos mejor valorados del país: Le Petite Mort  y tenemos el honor de charlar un rato con ella sobre esto y otros asuntos.

    Para empezar, ¿cómo surge la idea de crear el blog? ¿nace de una necesidad de contar algo?

     Pues lo cierto es que surgió por casualidad a raíz del boom de novelas eróticas que hubo hace unos años. Después de haber leído a Anaïs Nin en mi adolescencia, mi opinión es que la mejor manera de contar historias excitantes es hacerlo a través de relatos cortos.

    Después de leer alguna de esas novelas y pensar “esto a mí no me excita” y “esto no hay quien se lo crea”, empecé a escribir mis propios relatos, partiendo de fantasías propias, vivencias e historias que me habían contado otras personas y decidí compartirlos en un blog.

    Sí, quiero contar historias y que la gente que las lea se excite con ellas. Para eso es fundamental que el lector se sienta identificado con lo que está leyendo, así que son historias muy detalladas y muy explícitas.

    El título es una clara referencia a la forma que tienen los franceses de llamar a los orgasmos, ¿por qué este título tan potente?

    Hay orgasmos tan intensos que te dejan medio mareado, descolocado e incluso parecen un desmayo, por eso lo llaman “pequeña muerte”. No todos son así de intensos y especiales y me gustaría que, después de leer mis relatos, todo el mundo tuviera uno.

    Para alguien que no te haya leído, ¿cómo definirías tu blog? Hazles un breve resumen a aquellos que aún no se han acercado.

    Mi blog es un portal de fantasías hechas texto. Fundamentalmente son encuentros heterosexuales, aunque a veces también escribo escenas entre mujeres. Intento que sean de temática variada y con personajes diferentes entre sí, para que cualquiera que lo lea experimente el “meterse en la cabeza de otro y sentir lo que esa persona siente”. La finalidad es conseguir la excitación, se podría definir como pornografía escrita.

    ¿Es difícil mantener un blog de relatos? ¿hay momentos en los que se acaban las ideas o sigue fluyendo la magia?

    Hay momentos en los que tengo 3 ó 4 ideas en la cabeza y tengo que hacerme notas para recordar las claves y no olvidarlas porque ahí está la idea principal del relato, y hay temporadas de nada de nada. En realidad, va todo muy unido a como me encuentro yo y a mis emociones.

    Además de este blog me consta que tienes otros proyectos, como el libro “Estrella de mar”. Cuéntanos.

    “Estrella de mar” es un libro que recoge los relatos que escribí durante los primeros años en el blog, entre 2012 y 2014. Fue un proyecto que me propuso una editorial y del que aprendí muchas cosas, sobre todo de la gente de mi alrededor porque los que no me habían leído en internet leyeron mis relatos por primera vez y esto supone: compañeros de trabajo, jefes, vecinos, los padres de tus amigos… (mi madre ya me había leído, jeje). De repente todo el mundo te mira y se atreve a juzgarte, unos para bien y otros dicen “Uff…”. Hay quien te escribe porque quiere tener sexo contigo, “porque como escribes guarradas”. Fue como “sí, escribo sobre sexo, ¿y qué?”. Puedes escribir sobre lo que quieras si lo haces bien y como decía una profesora que tuve: “la literatura erótica es, ante todo, literatura”.

    Una de tus grandes pasiones es el mar, ¿cómo te inspira para escribir? ¿tiene mucho protagonismo en tus relatos?

    El mar para mi es una gran fuente de paz y de inspiración, pero no solo para escribir, sino para mi vida en general, y siempre lo tengo muy presente. Como al final el blog es algo que está conectado a mis emociones, muchas de las historias están inspiradas en temas y situaciones relacionadas con el mar.

    ¿Qué crees que podemos aportar las mujeres al mundo de lo erótico después de tanto tiempo silenciadas?

    Es una pregunta muy interesante. La sexualidad femenina es poderosísima y precisamente visibilizando a mujeres que hablan, filman y/o escriben sobre sexo estamos mostrando las relaciones sexuales desde nuestro punto de vista sin que sea tabú. Porque sí, las mujeres nos masturbamos, las mujeres también vemos y hacemos porno y nos gusta tener encuentros sexuales donde todos disfrutemos.

    ¿Es cierto lo que dicen de que todo lo que escribimos acaba siendo autobiográfico de alguna manera?

    En mi caso sí. No quiere decir que mis relatos sean historias reales que me hayan pasado a mí, que eso es algo que ya me han preguntado muchas veces. Pero sí refleja mucho la forma en la que vivo la sexualidad y sobre todo cómo la siento. Es cuestión de ir un poco más allá.

    ¿Cuál es el post del que estás más orgullosa, o el que más visitas haya tenido?

    El que más visitas ha recibido es “Mi mejor verano” pero mi favorito está entre “El modelo” y “Stella W.”, no sabría decidirme…

    ¿Qué objetivo tienes a largo plazo? Aumentar las visitas, seguir escribiendo, publicar algo con lo publicado…

    Aumentar las visitas siempre es bueno, me gusta que la gente lea y comente y que me diga las cosas que gustan y las que no. Tengo un proyecto empezado, una novela, pero es algo que requiere mucho trabajo y un tiempo que no tengo así que voy poco a poco. Tengo también un pequeño proyecto para subir a Amazon cuando esté terminado, son relatos sobre un mismo personaje, los que leíais el blog de Malicieux lo conocéis, pero va a ir acompañado de ilustraciones así que el proceso es más largo.

    Azalí Macías