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  • Sangre en la corrida

    Sangre en la corrida

    Amig@s guarreras, hoy os quiero traer una pequeña vivencia que espero que os pueda ayudar en el futuro. Es algo que me ocurrió una buena tarde de onanismo.

    Me estaba haciendo una pajilla, como tantas otras veces y todo iba bien. No me dolía nada, no me molestaba, se puede decir que iba todo como la seda. El problema vino cuando me corrí y pude apreciar en el papel donde había depositado mi semen que este tenía coágulos de sangre.

    Mi primera reacción, como es lógico, fue cagarme de miedo. No sabía que coño había podido suceder pero estaba claro que aquello ni era normal ni era bueno. Rápidamente, como acto casi reflejo, me metí en internet a informarme sobre el tema. Después de ver varios motivos chungos que podían causar esto (en internet hay tanta info que uno se puede cagar en los pantalones leyendo), llegué hasta la causa más normal de esto. Parece ser que muchas veces, sin darnos cuenta, sufrimos algún tipo de traumatismo en los testículos y esto hace que se genere un coágulo interno de sangre. Digamos que es como un moratón, pero dentro de los huevos. Esto lo que hace es que cuando te corres, ese coágulo se monta en el tobogán de la corrida y sale junto al semen.

    Lo importante de todo esto es que no tiene mayor relevancia y una vez lo has echado no causa ningún tipo de problema más.

    Aún así después de leer todo esto, me mentalicé y me hice otra paja (esta vez por sanidad) y comprobé que efectivamente ya no quedaba ni rastro de aquellos restos de sangre. A medida que fueron pasando los días seguí atento por si acaso y comprobé que efectivamente, no había sido más que un pequeño coágulo furtivo.

    Con esto lo que os vengo a decir es que si os pasa algo así, no os alarméis demasiado, comprobad que ha sido algo puntual, que es un pequeño coágulo dentro del semen y que no queda rastros en las siguientes corridas y, evidentemente, si veis que sigue habiendo restos de sangre o que no tiene la apariencia que yo os he narrado, id al médico.

    Juanma Vázquez

    Imagen: ALLANSWART/ISTOCK/THINKSTOCK

  • Orientación Desorientada

    Orientación Desorientada

    Siempre he buscado un término que pudiera definir mi orientación sexual, ya que, de los convencionalismos sociales actuales ninguno me convencía, eran demasiado rígidos, por eso elegí el de “heteroflexible” (me convenció totalmente que incluyera el término “flexible”).

    Tal y como yo lo entiendo, la heteroflexibilidad consiste en que me siento claramente atraída por la gente del sexo contrario, pero hay personas, anatomías, conjuntos y proporciones dentro de mi mismo género a las que no me puedo resistir.

    Esto me hace plantearme, ¿estoy luchando contra la parte aprendida de mi sexualidad? ¿siguen teniendo más peso las imágenes que el heteronormativismo ha introducido en mi cabeza desde siempre? ¿por qué me resulta complicado pasar de la mente al hecho con mi lesbianismo? ¿será que sólo me lo permito en mi cabeza porque hacerlo real es romper las imposiciones socialmente morales?

    De siempre me he considerado una persona de mente abierta, rompedora de esquemas e incapaz de clasificarme en los cajones que la sociedad ha creado para el mundo del sexo, pero al reflexionar sinceramente sobre el tema, he descubierto que, al final, estoy mucho más determinada por las estructuras de lo que pensaba, al final sólo he tenido encuentros sexuales con hombre y me he autoimpuesto excusas y dejado de buscar las ocasiones de hacerlo con mujeres. Ha sido un palo, pero es muy importante haberlo descubierto.

    Lo bueno y lo malo es que ahí no acaban mis “auto-preguntas”: ¿y si mi orientación sexual está satisfecha en este momento (es algo muy dinámico) con este tipo de prácticas? ¿qué tiene de malo pensar sexualmente en mujeres, pero seguir acostándote con hombres siempre que sea elegido? ¿y si solo soy una lesbiana mental y visual? ¿es rizar demasiado el rizo?

    Sinceramente pienso, que en estos temas lo correcto siempre es dejarse fluir. Dejar que las cosas sucedan cuándo y cómo te apetezca y, sobre todo, dejar de buscar las aristas adecuadas para que tus sensaciones puedan encajarse con las parcelas que la sociedad ha marcado como identificables; ya no buenas o malas; si no aptas para ser comprendidas y manipuladas a nivel social.

    No sé si soy heteroflexible, lesbiana mental, lesbiana reprimida, heterosexual con fantasías lésbicas que no me apetece cumplir, lesbiana que aún no ha descubierto ese camino, lo único que sé es que no me apetece tener que decidirlo. Lo único que puedo decir acerca de mi orientación sexual es que soy una persona a la que le atraen diferentes cosas en diferentes momentos, y que se siente fenomenal con seguir sorprendiéndose de cómo su sexualidad va variando y acompañándola en los diferentes recodos de la vida.

    Azalí Macías

     

    Imagen: https://lamenteesmaravillosa.com/cuando-tu-orientacion-sexual-no-coincide-con-tus-deseos

  • A masturbarse se ha dicho

    A masturbarse se ha dicho

    Amig@s guarreras, hoy os traigo un tema que creo que es necesario tocar (y nunca mejor dicho); la masturbación.

    Y cuando digo masturbación no hablo del onanismo, que también tiene tela que cortar, hablo de la masturbación ajena, la que se practica a otra persona. Creo que en estos tiempos que corren, la poca paciencia y el ir siempre al grano por falta de tiempo o por puro ansia, hace que cosas como la masturbación queden en un total y absoluto segundo plano, y en mi opinión, es una putísima pena que esto suceda, ya que masturbar a alguien es una cosa jodidamente bonita, morbosa y placentera, tanto como para el que la recibe como para el que la proporciona.

    Sé que muchxs no tendréis en demasiada estima que os masturben. Algunos simplemente porque no os gusta, otrxs porque no os lo han hecho nunca a vuestro gusto y otrxs porque apenas lo habéis probado. Al que no le gusta apenas le puedo decir nada, aunque le animaría a que intentase darle una vueltecita al asunto para buscarle el punto, que seguro que lo encuentra, pero en los otros dos casos, os tengo que decir que ya estáis tardando en cambiar el chip. Voy a dejar algo claro, yo no hago bien casi nada, pero masturbar es una de las cosas que seguramente mejor haga en esta vida y encima más me guste hacer, y sé de buena tinta, que puede llegar a proporcionar un placer muy interesante. No solo lo sé por ser un flipado el cual presume de masturbar bien (que me lo hayan dicho hace que me crezca, perdonarme por mi ego), sino también porque soy un disfrutón y me gusta mucho que me lo hagan. No a todo el mundo le gusta lo mismo y no todo el mundo sabe hacer de fábrica lo que le gusta a la otra persona, pero os animo a que busquéis lo que os gusta y lo que le gusta a vuestro partenere y habléis y os comuniquéis abiertamente.

    A nadie le gusta que le digan «eh payaso, ¿qué crees que estás haciendo?, mi clítoris no es un rasca de la ONCE» o un «tío, a ese ritmo me vas a reventar el frenillo en ocho trozos». Pero un «más despacio cariño» o un «escúpeme aquí o allá» puede ser incluso morboso y facilita mucho las cosas al que está intentado proporcionar el placer.

    También os digo, que aunque la mayoría de gente se olvide de la masturbación por prisa, esta no tiene un orden específico y que intercalarla con la penetración o sumársela a una mamada o a una comida de chocho es una cosa maravillosa. No siempre hay que masturbar y solo masturbar haciéndolo de forma aburrida y monótona, esto puede ir siempre acompañado de un montón de cosas morbosisimas y placenteras. Qué mientras tocas un coño o una polla añadas un buen beso con lengua, un mordisco en el cuello, lametazos por donde pilles, tocamiento de pechos, una mirada lasciva o un agarrón de pelo también es masturbación, ya que estás estimulando y dando placer a la otra persona. Todo forma parte de lo mismo y el orgasmo, aunque es una gran recompensa y un objetivo a tener en cuenta, no es lo único que proporciona placer en esta vida.

    Buscar la fórmula perfecta para masturbar y hacerla lo más completa posible te garantiza siempre un rato maravilloso.

    Asique amig@s, ya sabéis, poneros las pilas, probad vosotros solos, en pareja, hablaros, comunicaros y empezar a disfrutar como se merece la masturbación, que nunca es tarde si la dicha es buena.

    A masturbarse se ha dicho.

     

    Juanma Vázquez

     

    Imagen: http://pajasmutuas.blogspot.com.es/

  • Relatos Anónimos

    Relatos Anónimos

    Aquí nace un nuevo artículo en cual podéis volcar vuestras fantasías, recuerdos, historias o cualquier guarradita que se os ocurra en forma de relato.
    Esperamos el tuyo en: sexoyloquesurjablog@gmail.com

    Y allí estaba ella una vez más, en la misma habitación de siempre, en el mismo hotel de siempre, esperando a que llegase Miguel. Ese amor secreto que le quitaba y le daba vida a partes iguales. Esa doble vida que le hacía sentirse sexualmente plena.

    Mientras esperaba su llegada, Ana comenzó a imaginarse cómo sería su encuentro esa vez.  Como le abriría la puerta para que él la cogería entre sus brazos levantándola del suelo, empotrándola contra la pared sintiendo su polla dura contra su vientre… Como le arrancaría la ropa y le pellizcaría sus pezones sintiendo un placentero dolor a la vez que la penetraba de forma fuerte y dura, cuando de repente un ruido la sacó de su ensimismamiento… Más excitada y mojada que nunca fue a abrir la puerta y aunque no era quien esperaba dejó de tocar el suelo.

    Wonderwoman

  • Microrrelatos

    Microrrelatos

    Estoy en Jamaica en una playa paradisiaca, el sol acaricia mis pezones haciendo que se erecten y luzcan tan poderosos y evidentes como me gustan, y no debo ser la única que lo nota, un joven rastafari se acerca hasta mí sin quitarles ojo. Sin mediar palabra, se arrodilla junto a la tumbona y empieza a recorrer mi blanca piel con sus enormes manos negras; en mi cabeza suena ébano y marfil al creciente ritmo de los latidos de mi corazón. Después de los besos acelerados, de bajar mi tanga con tanta pasión que se deshilacha y de comprobar que sus músculos son tan duros como parecen a la vista, por fin llega el ansiado momento en el que me penetra después de mucho suplicárselo y ¡PUM! ahí es donde mi fantasía no puede continuar, tengo que aceptar que es la conocida y ridícula polla de mi novio la que se adentra en mí sobre el mismo colchón de siempre.


    Sabía que tenía que decirle a su amiga que no estaba bien que se acostara con otra persona teniendo novio, que al final Luca se acabaría enterando y le iba a hacer sentir fatal, y que si no le quería le dejara e intentara tener algo con su amante; pero, si le decía todo eso, se arriesgaba a perder los mejores orgasmos de su vida, esos que él le provocaba por debajo de la mesa cuando cenaba con Luca y con ella.


    Amarrada a aquella cama repasaba los hechos que la habían llevado hasta allí:

    Una noche de chicas, dos miradas que se cruzan en un bar, tres copas y cuatro besos después estaban en su casa.

    Tras cinco polvos que le ocasionaron seis orgasmos inolvidables, eran las siete de la mañana. A las ocho llegaba la chica que limpiaba en casa los fines de semana.

    Por los nueve euros a los que le pagaba la hora iba a ser complicado que hiciera de aquella experiencia un día diez y se pusiera a comerle el coño como tantas veces había soñado


    Le doy al play con los dedos aun empapados de mis orgasmos, repaso de nuevo aquella escena que me han dejado en el buzón en la que yo soy la protagonista, y vuelvo a excitarme.

    ¿Cómo puede ser si casi siento los temblores de la última corrida?

    Nunca pensé que alguien fuera capaz de captar toda esa sexualidad en mí, sobre todo cuando estoy limpiando la casa. Pero esos planos por debajo de mi falda, esos zoom a los pezones y la boca y el giro final de la cámara hacia la polla erecta del director son simplemente irresistibles.

    Miro la ventana preguntándome desde dónde demonios han podido grabarme.

     

    Azalí Macías

     

     

  • Cosas que pasan

    Cosas que pasan

    Como en todo en la vida, follando pasan cosas, cosas raras, sorprendentes, escatológicas etc. Al fin y al cabo, es un momento de desconexión, locura y poca lógica, por lo que las probabilidades de que ocurran sucesos no planificados son mucho mayores (lo que le da un punto de magia al asunto).

    Con esta recopilación pretendemos demostrar que a todo el mundo le pasan cosas, y cuando se comparten se descubre que es algo mucho más habitual y divertido de lo que parece. Anímate a mandarnos las tuyas a sexoyloquesurjablog@gmail.com

    Una vez se me escapó un pedo follando en el coche, los dos nos reímos muchísimo y no se perdió para nada el erotismo, simplemente se convirtió en algo mucho más divertido.


    Uno de mis amantes partió su piercing de la lengua después de un cunnilingus de más de una hora. La bola se partió en varios trozos y el palo salió volando. Cuando me fui a levantar a recoger los trozos de la “tragedia” me dijo: quieta, aún no he terminado y siguió comiéndome el coño, lo que me pareció maravillosamente sexy.


    Un día estaba follando agustito, teniendo de invitado estelar a un amiguete con forma de dildo y haciendo un poco el burro se nos partió el cacharro en dos. No se partió en dos trozos, sino que por dentro quebró y esto hizo que se quedará con media parte colgandera. Mi amante empezó a decir que me había partido la polla (el dildo era mío) y no pudimos parar de reírnos. No recuerdo nada más de ese polvo, pero sé que me partí la polla de forma literal y figurada. Fue muy divertido.


    Una vez después de echar un polvete en la cama de mi madre, me dejé un clinex lleno de semen en su mesilla. No me di ni cuenta y cuando mi madre volvió de currar, al ir a quitarse el pintalabios, cogió ese papel que ella creía haber dejado allí antes y confiaba en que estuviera sano y se lo pasó por los labios sin miramientos.

    Os podéis imaginar mi cara cuando vino mi madre a pedirme explicaciones de semejante tropelía. Aunque tengo suerte de tener una madre tan maja y abierta que se lo tomó con humor.


    Un día estaba follando con la que era mi novia en ese momento, de forma normal y sin fliparme demasiado y no sé qué movimiento loco hice que me rajé por un lado el frenillo. Dolor brutal y un goteo de sangre continuo que me duró la tarde entera. Por suerte no tuve que ir al médico y todo quedó en un susto, pero el polvo sangriento se fue al garete y se nos quedó un cuerpo muy regulero.


    Después de dejarlo con mi ex, unos meses después, quedamos y acabamos yendo a follar a mi coche. Se puso tan cerda que se empezó a comer mi polla como si se estuviera intentando hacer un lavado de estómago y acabó atragantándose y echándome la pota en el rabo. Acto seguido me la siguió chupando hasta correrme.


    Estaba con mi ex en mi casa durmiendo, en un apartamento para nosotros solos junto a la casa de mis padres.
    Nos despertamos como a las 10 y nos pusimos a follar. Fue justo cuando me puse a hacerle sexo oral cuando se abrió la puerta de la habitación y entró mi madre con cosas para desayunar. Básicamente vio mi ojete moreno, con los huevos colganderos y a mi ex en bolas espatarrada y gimiendo.
    La conversación antes de cerrar e irse fue algo como:
    ¡Buenos días chicos! ¿Qué os apet…?
    -Vale, madre.
    -Uy, perdón.
    No se mencionó nunca nada del tema.


    Una vez follando en el mar nos rozó un ñordo a la deriva… Lo espantamos como pudimos y nos movimos unos metros en paralelo a la orilla para seguir con el trabajo.


    Mi madre me pidió que le pasara sus fotos de las vacaciones a un pen drive para enseñárselas a los amigos que les habían invitado a comer a su casa, como buena hija cumplí el encargo, aunque se me olvidó borrar las fotos de una servidora haciendo sendas mamadas a un par de chicos diferentes. Mi madre me llamó diciéndome que no recordaba que les hubiera acompañado en aquel viaje y menos para hacer ese tipo de cosas.


    Hace años estaba en casa de mi novio de aquel momento, aprovechando que sus padres no estaban, y justo cuando estábamos echando un polvo, llegó su abuela a la casa. La mujer se puso a recoger mi ropa del suelo pensando que era de su nieto, mientras yo, desnuda, me escondía detrás de la cortina. Acto seguido la buena señora pensó que no tenía otra cosa mejor que hacer que ponerse a cocinar ¡una tortilla de patata!, así que tuve que salir desnuda al descansillo de la casa de mi pareja vistiéndome fuera de casa.


    – ¿te acuerdas cuando mi ex, que también había sido el tuyo te vió desnuda?

    – joder ¡¡¡¡síii!!!! Y encima mientras follaba con su hermano, que era mi novio en ese momento…. no sabía cómo salir de la habitación después… jajajajajaja

    – lo más divertido fue cuando volvió a la habitación donde yo estaba postcoital gritando: ¡le he visto el coño a Laura!


    Una noche borracha conocí a un chico en una discoteca, como las ganas apretaban, decidimos entrar en el baño de chicas a continuar lo que habíamos empezado fuera. El señor de seguridad nos vio entrar a los dos y empezó a llamar justo en el momento en el que se la estaba chupando mientras él sujetaba la puerta con la espalda. Como le ignoramos completamente, empezó a empujar la puerta a lo bestia, haciendo que mi mamada fuera mucho más espectacular. Cuando por fin consiguió abrirla, lo hizo con tanta violencia que yo me atraganté y él se corrió.


    Me dejó una amiga las llaves de un piso, que tienen en venta sus padres, para follar, lo hicimos, nos quedamos a pasar la noche porque llovía un montón y a las 8 de la mañana me despierto porque había alguien abriendo la puerta con llave y venía hacia la habitación, pregunté que quien era, abrieron la puerta, vieron la ropa que la teníamos encima de una cama, pero no me vieron a mi o a ella que estabamos desnudos durmiendo en otra cama al lado de la de la ropa (no se llegó a abrir la puerta del todo), no contestó nadie, se fue hacía la cocina, cogió un cepillo y se puso a fregar el patio para que no se inundase por el agua de la lluvia… Cuando terminó se fue y cerro la puerta del piso. Es lo más surrealista que me ha pasado nunca, porque no era mi piso y no sabía quien coño era la otra persona. Más tarde me explicó mi amiga que por lo visto en ese bloque, los vecinos tienen llave de ese piso para acceder al patio, que es algo así como una zona común del bloque.


    Una vez me estaba comiendo el coño de una chavala y era de estas veces que te recreas y que lo disfrutas más que nunca. Empleas nariz, barbilla, boca e incluso un poco los dientes. A ella le gustaba, se le notaba en los gestos, los gemidos, ése temblor de piernas tan característico… Empezaba a lubricar más que nunca. Me estaba mojando la cara y el flujo  sabía súper bien, súper sabroso. Con unos matices que no sé describir. Al terminar y con la corrida por mi cara le di un beso de amor y encendí la luz buscando el tabaco y aquello parecía un crimen. Le había bajado la regla mientras le comía el coño y todo estaba lleno de sangre.

  • La Gayolapedia

    La Gayolapedia

    Amig@s guarreras, hoy os traigo un documento histórico. Un documento al que desde hoy se va a recurrir asiduamente para identificar el tipo de paja que ha caído en un momento puntual y que poco a poco empezará a ser un documento de culto. Señoras y señores, les presento “LA GAYOLAPEDIA”.

    Después de leer esta pequeña introducción ya os podéis hacer una idea de lo que va a tratar la vaina, pero os aclaro que no vengo a contaros las múltiples técnicas que podéis utilizar para masturbaros, sino a catalogar las pajas por el motivo por el que nos la hacemos o por cómo se desarrolla. Amig @s, esto son los tipos de pajas que todos nos hemos hecho alguna vez.

    Paja expansiva: Esta paja es una de las más divertidas, pero no todos los días se tiene ánimo para llevarla a cabo. Esta paja es en la que te inspiras y te das mucho amorcito a ti mismo. Te tocas por aquí, te aprietas por allá, añades algún lubricante, algún juguete…. Una paja de las de follar con uno mismo.

    Paja trámite: Algo en tu interior te pide que te masturbes. No es cachondismo, tampoco necesidad, simplemente sientes que tienes que hacértela. Es una paja sin amor y sin pasión. Te pones algo de porno, te sacas el badajo y ejecutas. Una vez te corres sientes que el trabajo está hecho y a otra cosa mariposa.

    Paja tila: Es la paja que te haces para relajarte. ¿estás nervioso? ¿no puedes dormir?  ¿te duele la cabeza?. Una buena paja y más suave que un guante.

    Paja bolera: Esta es la paja que se hace por estar ocioso y no saber qué hacer, como cuando te aburres tanto que acabas en la bolera. Pagas, te pones esos absurdos zapatos, tiras creyéndote Jesús Quintana y la bola se va por los raíles. Ahí te das cuenta de que el plan es una mierda, pero bueno, mejor eso que nada. Esta paja es igual. Te aburres, te pones al lío y cuando acabas piensas “a ver ahora qué hago”.

    Paja tonta: Sin ton ni son te echas una mano a la entrepierna, el cuerpo se da cuenta, se despierta y cuando te quieres dar cuenta te la estás pelando como un mono zurdo. Suele ser rápida y gustosa, pero cuidado, si te alargas puede acabar convirtiéndose en una paja rancia.

    Paja rancia: Esta paja es de las más tristes y asquerosas que hay. La empiezas a medio gas porque algo te ha picado o por simple tontería o aburrimiento y a medida que va pasando el tiempo menos te va apeteciendo seguir. Parar en ese momento va a ser peor asique terminas corriéndote a cara perro sin ganas ninguna.

    Paja necesaria: Esta es la paja más común en gente que no tiene demasiado tiempo en su día a día para masturbarse. El cuerpo te la pide, la cabeza también y sientes la imperiosa necesidad de hacértela. Hay que correrse periódicamente y cuando llevas tiempo sin hacerlo….tu coño o polla lo sabe y pide su ración.

    Paja púber: Esta paja es la que va después de otra. Te haces dos seguidas como si tuvieras 15 años. Aprovecha y disfruta que esta cuanto más mayor te haces menos se repite.

    Paja Sanitaria: Esta paja es una gran desconocida para muchos, pero a veces es muy necesaria y hay que hacérsela. Si había sangre en tu anterior corrida (pasa algunas veces) y quieres comprobar que era algo puntual por un mal golpe, te escuece al correrte, el flujo ha salido extraño en la anterior, has pasado por un proceso de hongos o derivados y quieres comprobar cómo vas… La paja sanitaria es tu paja. Te la haces observando cómo va la cosa, estando atento y te corres comprobando que todo está en orden, La salud es lo primero y con la paja sanitaria nos aseguramos de que la mantenemos intacta.

    Paja repollo: Llegas a casa con un hambre de mil demonios, tu madre te dijo que haría lasaña si tenía tiempo, vienes con ganas de que lo haya tenido y puedas comerte semejante manjar pero….cuando llegas hay un sucio y asqueroso plato de repollo (inserte aquí el plato más insulso que conozca). Te lo comes porque tienes hambre, pero no te ha sabido a na. Querías lasaña joder, no esa mierda.
    Esta paja es exactamente así. Te la haces buscando una corrida épica, porque te apetece y porque te la has ganado. Intentas quedarte a punto de correrte y retrasarlo para que sea mejor cuando te corras pero…. Te quedas en tierra de nadie, te corres de malas maneras y no sientes prácticamente nada.

    Paja aventura: Esta paja es la que te haces por necesidad y morbo en cualquier sitio.
    Desde la casa de tu tía del pueblo, hasta el locutorio más mohoso de tu barrio. Te vienen las ganas y piensas “joder ¿y por qué no?”. Esta paja puede convertirse en una semáforo e incluso en una rancia, pero si el cuerpo responde bien y no te lleva mucho tiempo es una gozada.

    Paja semáforo: Sabes que tienes la casa llena de gente y que seguramente te vayan a molestar, pero no te importa, puedes arriesgarte. Efectivamente, en cuanto te pones al lio empiezas a oir pasos, puertas que se abren o gente que habla de ti….Semáforo en rojo, toca parar. Si la cosa se va calmando y se pone en ambar….corre que se puede poner en verde o en rojo, solo dios sabe. Esta es una paja peligrosa ya que puede acabar convirtiéndose en una rancia, en una repollo o muy tristemente en una inconclusa.

    Paja sorpresa: Estás navegando por internet y de repente ves una teta, una polla, un coño o una miserable pierna bonita. ¿Qué está pasando aquí? ¡Si me estoy poniendo más perro que Niebla!. Abres algo que te mantenga la excitación, te echas mano al tema y a darle caña.

    Paja del tartaja: Esta paja es una maravilla si sale bien. Es esa en la que tienes varios avisos de corrida que no llegan a término y finalmente acabas corriéndote como un locx. Me co me co me co, me cooooooorrooooooo. Una gozada pero, mucho cuidadito, que en menos que canta un gallo se tuerce y acaba siendo una paja repollo de las peores que te has hecho nunca. Es una paja arriesgada pero muy placentera. También puede acabar en explosiva.

    Paja explosiva: Esta paja se caracteriza por tener una corrida brutal. No tiene una causa exacta pero empiezas a masturbarte y a medida que te acercas al gran final sabes que se viene una gorda. BOOOOOOOM explosión y cara de felicidad. Una gran paja.

    Paja previsora: Tienes programado un viaje, un festival o unos días de convivencia en una casa ajena. Antes de irte ya sabes lo que toca. Una corrida preventiva para evitar problemas. Puede disfrutarse más o menos, pero lo que tienes claro es que hay que hacerla, que más vale prevenir que curar.

    Paja comunitaria: Esta es la mejor paja sin duda alguna, aunque haya mucha gente sosa que no le guste. Es la paja en la que alguien colabora, te ayuda e incluso se anima a hacerse una propia a tu lado. Una paja maravillosa que puede ser además explosiva. 2×1.

    Paja limpia: Una de las pajas más insalubres bajo mi punto de vista. Consiste en apretarse los conductos que unen los huevos y el pene y así evitar la eyaculación. Es limpio sí, pero todo eso que debería haber salido sigue en tu interior y si vas a mear poco después sale sin pena ni gloria. Una paja muy insalubre, ya que enquistar la corrida no debe ser nada bueno y que además falta al respeto a nuestro semen.

    Paja del historiador: No tienes porno ni nada que te estimule a mano o simplemente prefieres tirar de base de datos por la situación o el lugar. Haces memoria y rememoras en tu mente algún encuentro sexual que haya merecido la pena y a darle cañita al body.

    Paja anuario: Esta paja con el tiempo va muriendo, pero todos nos hemos hecho alguna de esta cuando éramos jóvenes (y alguna siendo más mayores también ha caído, a mi no me engañais). Consiste en tirar de memoria y acordarse mientras nos masturbamos de todas aquellas personas que nos ponen cachondos en nuestro día a día. La profe de inglés, la que limpia mi portal, mi amiga Pepita, la vecina se abajo… En mi mente me las he follado a todas mientras me la pelaba como un gorrino. Todo un clásico.

    Paja empollona: Esta paja jamás la he utilizado porque la verdad que nunca he sido un tío estudioso, pero sé de buena tinta que hay gente que la ha llevado a cabo y le ha funcionado. Antes, durante y/o después de estudiar una paja ayuda a relajarse y a que entre mejor la chapa que tengas que estudiar. Sé de gente que entre tema y tema se hacía una paja y decía que así tenía más ganas de llegar al siguiente tema, pero esto ya es para muy pros.

    Paja sucia: Esta es un clásico. Es cualquier paja que acaba con tu cuerpo, tu ropa, tu cama o cualquier sitio donde pueda caer, llenito de corrida. Suele ir de la mano de la explosiva y aunque a veces forma parte de un accidente, dejar libre la corrida de vez en cuando también es un gustazo.

    Paja Super Mario: Esta paja es solo para hombres (el resto de pajas creo que pueden aplicarse a ambos sexos). Esta paja es maravillosa y consiste en hacerse una pajilla con tu mano, mientras alguien,  un Super Mario de turno, te come la seta (el prepucio si nos ponemos técnicos). Si se hace bien y os coordináis es una puta pasada.

    Juanma Vázquez

    Imagen: Matthias Schlitte

  • Reafirmando la heterosexualidad mediante la homosexualidad

    Reafirmando la heterosexualidad mediante la homosexualidad

    Me parece tremendamente curioso ver como establecen los lazos de amistad y proximidad los hombres en sus relaciones íntimas, que no sexuales. Quizá porque me han educado y socializado como una persona del género femenino, pero me hipnotiza ver las relaciones entre las personas masculinas. Me paso el día preguntando y preguntándome.

    Una de las cosas que más fuertemente llama mi atención son las bromas homosexuales que los hombres heterosexuales se hacen entre ellos cuando quieren dar a entender que tienen una relación de cariño y amistad. Todos sabéis a lo que me estoy refiriendo, a esas bromas de sodomía y besos en el cuello, a los comentarios fingiendo atracción u ofrecimiento sexual de una manera muy abierta.

    Curiosamente este tipo de bromas y halagos suele darse entre hombres con una posición heterosexual especialmente marcada. En cuanto aparece alguna pequeña duda de “desviación” homosexual, el ambiente se torna hostil para este tipo de acercamiento.

    Paradójicamente, parece que los fingidos acercamientos homosexuales se han convertido en una forma de reafirmarse como hombres heterosexuales. ¿Quién no ha oído la manida frase de: estoy tan seguro de mi sexualidad que puedo hacer estas cosas sin miedo? Es como si los hombres nos dieran el mensaje de que solo los más heterosexuales pueden coquetear con la homosexualidad sin crear dudas, ni para ellos ni para los demás.

     

    Creo que una explicación a todo este jaleo de identidades y orientaciones sexuales entremezcladas tiene que ver con la forma de crear vínculos que les hemos dejado a los hombres. En nuestra sociedad, los sentimientos, el cariño, los lazos afectivos… son un terreno dominado y dedicado casi con exclusividad a las mujeres.

    Es parte de la división de sexos que el mundo ha creado para nosotros. Y los hombres tienen que resolver una difícil ecuación: acercarse a otros hombres con cariño sin las herramientas ni las soluciones encima de la mesa. Y su respuesta ha sido tirar por la calle de en medio, como se suele decir. A falta de herramientas propiamente masculinas, han decidido acercarse al mundo femenino para tratar un tema femenino.

    Tristemente, aún se asocia la atracción sexual de un hombre por otro con rasgos femeninos. Los gays siguen estando en el imaginario colectivo a medio camino entre los dos géneros, no se les considera típicamente hombres, y es por ello que se utiliza este espacio ambiguo para moverse dentro de las relaciones afectivas entre hombres heterosexuales.

    En el inconsciente de muchos hombres está la idea de que ser gay es lo más cerca que pueden estar del mundo sentimental típicamente femenino, y, por lo tanto, representan el papel homosexual para conseguir funcionar en un mundo en el que no se les han definido instrumentos. Ser hombre también es complicado.

    Cuando una mujer quiere mostrarle cariño o afecto a otra no tiene más que decirlo o establecer algún tipo de contacto físico que se lo haga saber a la otra persona, pero cuando un hombre quiere mostrarle los mismos sentimientos a otro, se ve en una encrucijada que acaba resolviendo en muchos casos optando por la opción de la máscara homosexual. No olvidemos que, en el mundo gay, al contrario que en el heterosexual, el contacto físico entre hombres está más que permitido.

     

    Con todo esto, creo que nos queda mucho camino por recorrer, como en casi todos los aspectos de género y sexo de nuestra sociedad, y que somos responsables de proporcionarles a los hombres esas herramientas de acercamiento entre ellos que tanto están necesitando. Dejemos de utilizar la excusa homosexual y construyamos puentes cómodos que nos satisfagan a todos.

    Azalí Macías

    Imagen: Brokeback mountain

  • La comunicación

    La comunicación

    Amig@s guarreras, hoy os vengo a hablar de un tema que me parece tan obvio como necesario. Obvio porque debería ser una máxima básica de toda relación sexual y necesario porque sé que en muchas no lo es.

    El tema que vengo a tratar es la comunicación durante el sexo. Hablar, expresarse y decir lo que quieras o necesites a la otra persona es fundamental y muchas veces por falta de confianza en uno mismo o con esa pareja sexual, no nos comunicamos como debiéramos. Es cierto que hoy por hoy el sexo a veces es un puro trámite o algo que ocurre de forma esporádica y directa, pero realmente, para la comunicación siempre debe haber tiempo. Puede que te vayas a follar a una persona que no vuelvas a ver jamás pero incluso con esa persona merece la pena comunicarse para mejorar la relación sexual y hacerla lo más placentera posible.

    Sé que a algunxs os resultará difícil comunicaros con alguien que apenas conocéis por vergüenza o porque no sabéis cómo hacerlo, pero creo que precisamente por no conocerlo tanto hay que olvidarse de los miedos que se puedan tener y ser comunicativo. ¿De que te sirve follar con alguien sino te ha gustado o al menos no del todo, lo que estaba ocurriendo? O simplemente si ha podido ser mejor, ¿Por que dejar marchar esa oportunidad?. Qué no nos pueda la vergüenza, el miedo al rechazo o cualquier inseguridad que podamos sentir.

    Hay que ser abiertos y comunicativos, que hablando se entiende la gente y se mejoran las relaciones sexuales y dicho esto, quiero dirigirme ahora a la gente que no se comunica en pareja. He centralizado momentáneamente en las relaciones esporádicas porque suelen ser en las que más falta la comunicación, pero en muchas relaciones de pareja, serias y estables también sucede esto. A veces por estar ya adaptados a un cierto guión o rutina, otras por miedo o vergüenza a introducir cambios o variaciones, otras por conformismo…el caso es que muchas veces estamos en pareja con alguien y no decimos y mostramos todo lo que pensamos, queremos o nos gusta.

    En serio amigxs, os animo a que dejéis a un lado las movidas raras y que seáis sinceros y directos con vuestra pareja, si tenéis confianza y buen trato la comunicación solo va a mejorar las relaciones sexuales y si no lo tenéis….¿Qué coño hacéis con esa persona?. Dadle una vueltecita y hablad joder, hablad, que la comunicación abre puertas maravillosas.

    Juanma Vázquez

    Imagen: ViendoyAprendo

     

  • Lova I

    Lova I

    CAPÍTULO 1

    “Estaba tan aburrida en el trabajo que empezó a escribir microrrelatos. Decidió publicarlos con un alias dado lo explícitamente sexuales que eran. Ahora, aquel anonimato la perseguía, no podía desvelar su verdadera identidad o su fan número uno (su jefa) la despediría. Así es como LOVA se convirtió en su segunda piel y determinó el resto de su vida.

    Aquella máscara, en forma de nombre tras la que se escondía, también le daba el valor suficiente para probar todas aquellas cosas que llevaba tiempo deseando, pero que pensaba que no eran para alguien como ella. Como María de los Ángeles Gutiérrez era incapaz de sacar los pies del tiesto, pero cuando se convertía el LOVA, esos mismos pies eran lamidos por hombres rudos obligados a hacerlo”

    Sí, definitivamente así iba a comenzar la novela que tantas veces había pensado en escribir. Estaba harta de escuchar a mis amigos decirme: “tú tienes que escribir un libro”; pero estaba aún más cansada de esa pequeña voz hija de puta que me susurraba continuamente: “puede ser divertido, aunque sea duro, parece catártico, será un buen reto”.

    Volví a leer aquella presentación una última vez y pulsé el botón de guardar como si aquel gesto sellara un pacto divino inmodificable. Sabía que si no lo pensaba de esa manera volvería sobre él una y mil veces para modificarlo hasta que no tuviera sentido y la novela quedaría archivada de nuevo en mi carpeta de “Cosas transcendentales que hacer en la vida”.

    Había superado la terrible crisis del folio (electrónico) en blanco, todo el mundo me dijo que era lo más difícil, pero tener que echar la vista atrás para rescatar los desastres y maravillas de mi vida para darles una forma coherente e interesante, me parecía que hacía del folio en blanco un manso cachorrito bien educado. Respiré profundamente, crují mis dedos (más por autopostureo que por necesidad) y escribí las dos siguientes palabras.

    Esa pareja de palabras consiguió que cerrara la tapa del portátil e hiciera gala de mi tan desarrollada procrastinación. Aquella noche me acosté con el cursor parpadeando y martilleando mis neur(on)as tras cada aparición que hacía detrás de:

    Lova era….

    Azalí Macías

    Imagen: Kafreman